Por: Elivette Zambrana-Flores,MD, FACR
Board Certified en Reumatología Pediátrica y Pediatría General
Cuando hablamos de inflamación de articulaciones o coyunturas, es decir, artritis, usualmente pensamos en personas de edad avanzada. Sin embargo, para sorpresa de muchos, esta condición sí ocurre en niños y adolescentes. La artritis en niños no debe confundirse con la artritis en adultos pues son condiciones distintas que, por lo general, se comportan de maneras diferentes.
A la artritis crónica en niños se conoce como artritis idiopática juvenil.
Una vez se sospecha el diagnóstico de artritis idiopática juvenil, su médico primario muy posiblemente refiera a su niño a un reumatólogo pediátrico. El reumatólogo, además de tomarle un historial completo y examinar a su hijo, le ordenará múltiples pruebas de laboratorios.
Esto se debe a que el diagnóstico de artritis idiopática juvenil es un diagnóstico de exclusión, lo que significa que hay que descartar otras posibles causas de artritis, antes de confirmar el diagnóstico. Ninguna prueba en específico es definitiva para artritis; el médico otorga este diagnóstico solo al evaluar todos los aspectos del paciente. Una vez el niño es diagnosticado con artritis idiopática juvenil, el reumatólogo pediátrico comienza a tratar al niño con inflamatorios no esteroidales como lo son el ibuprofen, naproxen, meloxicam y el diclofenac entre otros. En casos más severos, se pudiesen recomendar medicamentos antireumáticos modificadores de enfermedad como lo es metotrexate y/o medicamentos biológicos como lo son etanercept, adalimumab, infliximab, abatacept, tocilizumab o canakinumab.
Otros biológicos como el golimumab y tofacitinib se pudiesen utilizar en pacientes mayores de 18 años. En otros casos, dependiendo de la cantidad de articulaciones envueltas, su hijo se pudiese beneficiar de inyecciones de antiinflamatorios esteroidales directamente en la articulación. Otra consideración es un referido a un oftalmólogo pediátrico para descartar inflamación del interior del ojo conocida como uveítis. La uveítis muchas veces no presenta síntomas y usualmente no está asociada a la actividad de la artritis, pero pudiese causar pérdida de visión permanente.
En resumen, la artritis sí ocurre en niños. La artritis idiopática juvenil es una condición potencialmente seria, la cual responde muy bien a su tratamiento. Lo más importante es un diagnóstico temprano y certero para poder comenzar el tratamiento lo antes posible y así evitar posibles complicaciones a largo plazo.