Lupus

El lupus es una enfermedad autoinmunitaria crónica y compleja que puede afectar las articulaciones, la piel, el cerebro, los pulmones, los riñones y los vasos sanguíneos de manera que provoca inflamación generalizada y daño del tejido en los órganos afectados (ficha informativa de los CDC). A continuación, encontrará algunos datos básicos sobre la enfermedad, los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento.

Sintomas y Causas

Aunque aún se desconoce la causa del lupus, existe evidencia concreta de la influencia de la genética, la epigenética (cambios en los cromosomas que afectan la actividad genética), los factores ambientales, los virus y las infecciones. Se espera que los próximos estudios de estas variables nos ayuden a entender mejor las causas de la enfermedad, lo que debería llevar a un mejor diagnóstico, pronóstico, prevención y tratamiento.

Las personas con LES, la forma más común de lupus, pueden presentar fatiga, dolor o inflamación en las articulaciones, erupciones de la piel y fiebre en diferentes niveles de gravedad.

Hasta el 90 % de las personas que padecen lupus desarrollarán artritis, que se define como la inflamación o hinchazón del revestimiento de las articulaciones. Los síntomas más comunes de la artritis son la rigidez y el dolor articular, generalmente en las manos y las muñecas. Los síntomas de la artritis pueden aparecer y desaparecer, así como pasar de una articulación a otra. El dolor y la rigidez suelen ser peores por la mañana y mejorar progresivamente durante el día. Los enfermos de lupus también pueden sufrir dolor en las articulaciones sin presentar inflamación ni sensibilidad, lo que se conoce como artralgia.