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5 principales enfermedades que atacan a los huesos

Enfermedades en los huesos

El sistema óseo además de permitir que nuestro cuerpo tenga movimiento es un reservatorio importante de minerales, del cuidado de este depende mantener una buena calidad de vida.

Aunque estos tejidos vivos que se regeneran constantemente durante el transcurso de la vida, en la infancia y la adolescencia, el cuerpo agrega huesos nuevos que, después de los 20 años de edad, se van perdiendo más rápido de los que produce.

Pero, ¿cómo puedo tener huesos fuertes y prevenir la pérdida ósea? Para esto los especialistas recomiendan el consumo de suficiente calcio y vitamina D, así como ejercitarse. Además de evitar fumar y el consumo de bebidas alcohólicas.

Las enfermedades de los huesos facilitan las fracturas, estas son las que deberías conocer:

Artritis: causa dolor e inflamación en las articulaciones, las más afectadas son las que componen las manos y los pies. Esta enfermedad va acompañada de rigidez y pérdida del movimiento, además puede presentarse a cualquier edad.

Osteoporosis: ante esta condición el hueso se hace más delgado y poroso; durante sus primeras etapas es asintomática. Sin embargo, sí es posible prevenirla a través de la práctica constante de ejercicio y una nutrición adecuada.

Paget: es un trastorno que se produce en las células osteoblastos y osteoclastos, las cuales se encargan de la reconstrucción del tejido óseo. Esta enfermedad hace que los huesos se vuelvan gruesos y amplios.

Raquitismo: es más frecuente en niños y es causada por una deficiencia de vitamina D. Este padecimiento evita que el sistema óseo adquiera nutrientes, así que, estos se vuelven débiles, generando dolor.

Cáncer de huesos: este padecimiento se divide en dos tipos, el que se origina en la médula (mieloma) y el sarcoma, el cual crece sobre el tejido duro del hueso. Se caracteriza por dolor e inflamación en la zona, debilidad (fractura), entumecimiento y hormigueo.

Causas de las enfermedades en los huesos

  • Alteraciones genéticas
  • Mala alimentación
  • Trastornos hormonales
  • Uso continuo de medicamentos como los glucocorticoides
  • Sedentarismo