El dolor en las articulaciones son más comunes de lo que se cree y muchas veces pueden confundirse con síntomas de cansancio. Sin embargo, en algunos casos, las molestias pueden ser cada vez más fuertes y llegar a estar relacionadas con altos niveles de ácido úrico.
Este químico es el producto final de la degradación de sustancias del organismo que se llaman purinas y estas se derivan, principalmente, de proteínas animales.
“El aumento de ácido úrico en la sangre se produce cuando no se elimina adecuadamente en el riñón. La gota es el aumento en la cantidad de ácido úrico en la sangre”,
de acuerdo a la internista y reumatóloga Monique Chalem.
Este químico tiende a depositarse dentro de las articulaciones formando pequeños cristales que parecen agujas. De esta manera, se genera una reacción inflamatoria que va acompañada de dolor, calor, hinchazón y muchas veces enrojecimiento de la parte afectada.
“Es una enfermedad reumatológica que produce una afectación articular intermitente, es decir, tiene episodios muy fuertes en los que el paciente llega a consulta con alto nivel de dolor, no puede utilizar zapatos y ni siquiera soporta el roce de la sábana con la parte del cuerpo que está afectada”,
dice la reumatóloga.
Según la especialista, esta enfermedad debe ser tratada a tiempo para que el paciente tenga una vida normal. Sin embargo, no son muchas las personas que consultan en la primera etapa en que se presentan los dolores en las articulaciones, sino en la crisis, cuando el dolor es insoportable. Estos momentos pueden durar en promedio una semana, y requiere un control con medicamentos antiinflamatorios.
El dolor de las articulaciones se tiende a confundir con el cansancio porque los primeros síntomas de la gota se presentan con molestia e inflamación. En la mayoría de los casos, ocurre en los pies y, específicamente, en el dedo pulgar.
“Generalmente, los primeros ataques siempre son en una articulación del pie, pero también puede presentarse en el tobillo o en la rodilla y en la medida en que el tiempo pasa la enfermedad avanza. Sin embargo, un paciente puede tener un primer ataque y después estar asintomático uno o dos años; por eso, es considerada una enfermedad intercrítica”,
asegura la experta.
El paciente debe tener una dieta en la que evite el consumo de alimentos con altos niveles de fructosa y proteína animal. “Debe preferir las carnes blancas, sobre las rojas. Comer pescados blancos, y evitar alimentos como maíz y embutidos”, dice la experta.
No obstante, aunque mejorar la alimentación es importante, solo representa una pequeña reducción de los niveles de ácido úrico. Por tratarse de un problema metabólico del riñón, según la especialista, debe evitarse el consumo de alcohol, principalmente de la cerveza, que es la que más eleva los niveles de ácido úrico.
De: Semana