La acromegalia es una enfermedad producida por un desorden hormonal que provoca un aumento en el tamaño de los huesos. Generalmente esta patología afecta a personas de edad media, entre los 40 y 60 años de edad, aunque también puede presentarse niños y jóvenes.
Como ya lo mencionamos esta patología es causada por una alteración hormonal, en la que la glándula pituitaria produce de forma excesiva la hormona del crecimiento. Cuando la hormona de crecimiento llega a la sangre hace que el hígado produzca IGF-I, el cual estimula el crecimiento de tejidos blandos y huesos. Si este se produce de forma desmedida puede causar acromegalia o gigantismo
Síntomas
Uno de los principales síntomas de la acromegalia es el aumento en el tamaño de manos y pies. Dicho crecimiento se da de forma paulatina, por lo que algunos signos pueden ser evidentes mucho tiempo después de que la enfermedad ha iniciado.
- Pies y manos de un tamaño más grande de lo normal
- Fatiga y debilidad muscular
- Dolor de cabeza
- Dolor articular
- Aparición de verrugas en la piel
- Sudoración excesiva
Diagnóstico y tratamiento
Reconocer la acromegalia puede ser bastante complejo, debido a que no es una enfermedad muy frecuente y los signos podrían confundirse con otras patologías. Por esta razón, el médico puede pedir un examen para medir los niveles del IGF-I o una resonancia magnética para confirmar el diagnóstico.
El tratamiento busca controlar la producción de la hormona de crecimiento, se puede realizar mediante una cirugía, la prescripción de medicamentos orales o radioterapia. El tipo de tratamiento será de acuerdo a la situación clínica del paciente.
Si esta patología no es tratada a tiempo puede provocar algunas complicaciones de salud como artrosis, hipertensión, diabetes, síndrome del túnel carpiano, pérdida de visión y alteraciones del sueño.