La espondilosis es una enfermedad provocada por alteraciones en la morfología ósea de la columna vertebral. Por lo general, estos cambios de los huesos y los discos de la columna se producen con el paso de los años.
A medida que las personas envejecen se producen cambios biomédicos en las estructuras del cuerpo, incluida la columna. En el caso de la espondilosis lumbar suele manifestarse en personas entre los 40 y 55 años. Esta patología puede ser causada por el desgaste de los ligamentos y vértebras; discos invertebrales; deformidad en las articulaciones; formación de espolones óseos en la zona de la espalda.
El síntoma característico de la espondilosis es el dolor, que aparece en la parte baja de la espalda y puede prolongarse a otras partes del cuerpo cercanas como las piernas y el cuello. Además, puede causar una reducción de los movimientos de la espalda; esto puede ser provocado por alteraciones en la vértebra o debido al dolor fuerte que imposibilita a la persona realizar determinados movimientos.
Diagnóstico y tratamiento
Para realizar el diagnóstico el médico tendrá en cuenta la sintomatología y exámenes físicos y radiográficos. Algunas de las imágenes que sirven para detectar esta patología son: resonancia magnética, radiografía, tomografía computarizada.
Aunque no existe cura para la espondilosis lumbar, puede ser tratada mediante distintas técnicas para evitar complicaciones. Por lo general, se requiere de la intervención de un fisioterapeuta que guía una serie de ejercicios de estiramiento para aumentar la fuerza muscular. Para aliviar el dolor pueden ser suministrados medicamentos, siempre bajo la supervisión del médico.
Otras terapias alternativas pueden ayudar a reducir el dolor provocado por esta enfermedad, como poner compresas de calor o frío en la zona afectada o realizar masajes en la espalda para liberar la tensión y a la vez reducir el malestar.