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¿Qué es la ataxia?

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La ataxia es una afección que provoca dificultad para coordinar y controlar algunos movimientos. Cuando esta patología dura demasiado tiempo sin ser tratada puede provocar daños en el cerebelo; que es el encargado de mantener regulada la coordinación de los músculos.

Esta patología puede ser causada por: una alteración del sistema nervioso, factores genéticos; haber sufrido un accidente cerebrovascular, parálisis cerebral, consumo desmedido de alcohol, traumatismos cerebrales, entre otras. Además, sufrir de algunas enfermedades autoinmunes como la sarcoidosis, la esclerosis múltiple, la celiaquía también pueden provocar ataxia.

Existen más de 200 tipos de ataxia la más frecuente es la de Friedreich que provoca lesiones en la médula espinal y el cerebelo. Suele manifestarse en personas mayores de 15 años.

Dentro de los síntomas característicos de esta alteración se encuentran: la falta de coordinación, problemas de deglución -al tragar alimentos-, dificultad para realizar actividades que incluyan motricidad fina, debilidad muscular y movimiento involuntario de los ojos.

También puede provocar espasmos musculares, mayor sensibilidad, dificultad para articular oraciones, temblor. Como ya lo mencionamos, existen más de 200 clases de ataxias, por lo no necesariamente se pueden presentar todos los síntomas al tiempo. Por esta razón, es importante que ante alguno de estos acuda al médico.

Tratamiento

Para realizar el diagnóstico de esta afección el médico realiza una valoración física y puede requerir exámenes como: tomografías computarizadas, resonancias magnéticas o análisis genéticos para establecer si se trata de esta patología.

Hasta el momento no existe un tratamiento definido que permita rehabilitar a las personas que padecen de esta enfermedad. Así que la ataxia suele ser tratada mediante distintas técnicas que permitan reducir y controlar algunos de sus síntomas. Por esta razón, suelen utilizarse terapias físicas, para fortalecer los músculos y evitar caídas; terapias para desarrollar el habla.  En los casos más avanzados es necesario implementar elementos como bastones, caminadores y utensilios adaptados para el paciente.

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