Por: Redacción Artritis y Reumatología
La enfermedad de Hashimoto es producida por la alteración del sistema inmunológico que ataca la glándula de la tiroides; ubicada debajo del cuello. Esta glándula forma parte del sistema endocrino; el cual es el encargado de producir hormonas que coordinan gran cantidad de las funciones del cuerpo.
Puede que al inicio de la enfermedad no sientas los síntomas de esta enfermedad, pues avanza de forma progresiva con lentitud. El principal signo es la inflamación en la garganta. Otros de los síntomas pueden ser: fatiga, aumento de peso, dolor y rigidez; tanto en músculos como en articulaciones, cara inflamada, piel seca y sensibilidad al frío, entre otros.
Para realizar el diagnóstico de la enfermedad de Hashimoto el médico tendrá en cuenta la sintomatología del paciente. Un análisis de sangre que permita ver la cantidad de hormonas producidas por la glándula tiroidea y un análisis de anticuerpos. Esto debido a que es una enfermedad de origen autoinmune. Es decir el sistema inmunológico produce anticuerpos anormales que atacan la glándula.
Existen algunos factores que pueden aumentar la probabilidad de que desarrolles esta patología como:
Antecedentes familiares: cuando hay antecedentes familiares de tiroides se es más propenso a padecer de la enfermedad de Hashimoto
Otras enfermedades: si la persona padece de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus tiene más probabilidad de desarrollar esta patología
Sexo: esta patología suele afectar con mayor frecuencia a mujeres en comparación de los casos presentados en hombres.
El tratamiento de esta enfermedad se basa en suministrar medicamentos que ayuden a controlar la hormona de la tiroides. Sin embargo, es necesario estar en continúa visita al especialista para evaluar la eficacia del medicamento y ajustarlo de acuerdo a la reacción del paciente.