Mediante el ejercicio se podrían prevenir o ralentizar el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o la demencia, así lo afirman múltiples estudios. Y es que llevar un estilo de vida activo con una alimentación balanceada permite reducir el riesgo de sufrir múltiples enfermedades.
El alzhéimer puede ser producido por factores genéticos y este aspecto es ineludible. Sin embargo, puedes reducir significativamente el riesgo de desarrollar esta patología mejorando algunos de tus hábitos de vida. Por ejemplo, la alimentación y el ejercicio, siendo este último uno de los más importantes.
Los expertos recomiendan hacer algún tipo de actividad física a las personas que tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas; pues se ha podido evidenciar que el deporte y el ejercicio ayudan a preservar las funciones cognitivas.
Según un estudio realizado por la revista Mayo Clinic, las personas físicamente activas redujeron hasta en un 40% la probabilidad de desarrollar alzhéimer; esto en comparación con las personas que tenían hábitos sedentarios.
Este análisis contó con la participación de más de 23.000 personas, quienes tenían entre 70 y 80 años, los científicos analizaron cuál era el riesgo de padecer esta enfermedad con base a la actividad física. Al final lograron concluir que quienes habían realizado deporte de forma activa en los cinco años anteriores tenían menos riesgo de desarrollarla.
Por su parte, una investigación realizada por la Universidad de Maryland, de Estados Unidos evidenció que practicar algún tipo de deporte produce una activación cerebral que permiten más integridad y función de la red, esto a su vez mejora el acceso a los recuerdos
¿Qué tipos de deporte son beneficiosos?
No hay una serie de actividades específicas que brinden mayores beneficios, lo realmente importante es realizar ejercicio, recuerda que estar físicamente activo permite prevenir múltiples problemas de salud y mejora tu calidad de vida.
Puedes incluir en tu rutina actividades que van desde tai chi, yoga, meditación hasta entrenamiento de fuerza y coordinación, todo depende de tu estado de salud y situación clínica. Si padeces de otras enfermedades es necesario que consultes con un especialista para que te indique el tipo de deporte más adecuado para ti.