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5 formas de combatir la artrosis de cadera

5 formas de combatir la artrosis de cadera

La artrosis es una de las enfermedades reumáticas más frecuentes a nivel mundial. Y aunque el desarrollo de la artrosis en la zona de la cadera no es tan común como la de rodilla, la primera puede ser altamente incapacitante. 

Por lo general la artrosis se produce en adultos mayores debido al desgaste de los huesos y cartílagos que se produce con el paso de los años y el uso de la articulación. Existen algunos hábitos de vida que te pueden ayudar a reducir los síntomas de esta enfermedad y mejorar tu calidad de vida.

Ejercicio

La actividad física es un punto supremamente importante para las personas que padecen de artrosis de cadera, pues ayuda a fortalecer los músculos de esta zona y evitar la pérdida de movimiento. Sin embargo, debes tener cuidado con las actividades que realizas y la forma en que lo haces porque puede producir más problemas.

La recomendación es que la actividad física o deporte sea de bajo impacto y la guíe un especialista para evitar sobrecargas musculares que podrían intensificar el dolor producido por la condición. 

Mejora tu postura

Debes evitar a toda costa tener malas posturas durante el día, aún más si pasas mucho tiempo frente al computador, esto puede agravar tu condición. Así que es importante que realices pausas durante el día y mantengas tu espalda recta.

También debes reducir el tiempo en sillones que se hundan y no tengan un respaldo recto y la cama debe ser totalmente plana, de esta forma evitarás mayores traumatismos en la zona lumbar.

Utiliza elementos de ayuda

Si padeces de artrosis en la cadera es importante que evites las sobrecargas en esta zona, porque podrían exacerbar síntomas como el dolor. Para esto es importante que tomes algunas medidas de prevención: no cargues objetos pesados y utiliza bastón o caminador si vas a hacer caminatas largas.

Terapias de calor y frío

Si presentas dolor y/o entumecimiento puedes utilizar compresas mojadas con agua caliente. Esto te ayudará a reducir la tensión muscular, la inflamación y el dolor.

No te olvides de seguir tu tratamiento de forma rigurosa, esto hace parte indispensable del control de la enfermedad, pues algunos de los medicamentos utilizados permiten ralentizar la progresión de la enfermedad y evitar complicaciones de salud. Además, la ayuda de un experto siempre será necesaria, para vigilar tu condición clínica.