Durante décadas se ha pensado que la fibromialgia se originaba en el cerebro. Ahora, una investigación científica llevada a cabo por el Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres y publicada en la revista Journal of the Clinical Investigation, “desmiente” esta creencia al determinar que podría tratarse de una condición inmunológica.
La investigación, desarrollada en colaboración con la Universidad de Liverpool y el Karolinska Institute, ha demostrado que algunos de los síntomas de la desconocida enfermedad son causados por anticuerpos que aumentan la actividad de los nervios sensibles al dolor en todo el cuerpo. Los resultados abren paso al desarrollo de nuevos tratamientos que mejoren las condiciones de los pacientes afectados. “Ofrecen una asombrosa esperanza sobre el posible tratamiento futuro de los síntomas de la fibromialgia”, explica en un comunicado doctor Andreas Goebel, investigador clínico en la Universidad de Liverpool.
Estimaciones recientes determinan que al menos 1 de cada 40 personas padece esta desconocida enfermedad alrededor del mundo. Afecta principalmente a adultos entre 25 y 55 años en su mayoría mujeres y está caracterizada por la presencia de dolor generalizado en todo el cuerpo, fatiga y angustia emocional.
Los tratamientos actuales se centran en la prescripción de analgésicos y antidepresivos, así como en la recomendación de ejercicio físico moderado. Sin embargo, esta estrategia solo funciona para un reducido número de pacientes, lo que pone de manifiesto la necesidad de buscar fármacos más efectivos y dirigidos.
Para llevar a cabo la investigación, cuya metodología y publicación ha sido sometida a revisión por pares, se extrajo sangre de 44 pacientes afectados por fibromialgia y se inyectaron anticuerpos de cada uno de ellos en ratones. Los animales en seguida se mostraron sensibles a la presión y al frío y mostraron debilidad y pérdida de fuerza en sus extremidades. Por su parte, aquellos inyectados con anticuerpos de personas sanas no vieron afectada su condición.
Por último, los recientes hallazgos podrían tener implicaciones en otras enfermedades con sintomatología parecida, como la encefalomielitis miálgica conocida también como el síndrome de fatiga crónica o el covid persistente.