La fibromialgia es una enfermedad crónica que produce dolor generalizado y cansancio persistente. Esta condición afecta un 2% y 7% a la población en general y no existen hasta el momento causas orgánicas que justifiquen la existencia de esta enfermedad, por ello se le adjudica un origen neurológico.
Sintomatología:
Dolor en músculos, huesos, ligamentos y articulaciones, además de cansancio, insomnio, dolor de cabeza o ansiedad entre otros
Además esta se puede desarrollar a cualquier edad en ambos géneros, pero es más común en mujeres entre los 20 y los 50 años.
¿Qué tipo de tratamientos existen para la fibromialgia?
Es importante saber que existen tres factores que se deben tener en cuenta:
Este padecimiento es crónico. Sin embargo, no es degenerativo, evoluciona en brotes y no existe un tratamiento curativo.
Medicación para la fibromialgia
Por fortuna, recientemente la FDA aprobó el medicamento pregablin (Lyrica), este fármaco está empleado para el tratamiento de neuropatías. Esto demuestra que reduce el dolor y mejora en funcionamiento corporal.
Por tanto, para ayudar a controlar la fatiga asociados con este síndrome la FDA aprobó un antidepresivo llamado Milnacipran (Savella) y el duloxetine (Cymbalta).
Finalmente, estos medicamentos solo ayudan a disminuir los síntomas y poder llevar una vida tranquila; como poder conciliar el sueño, controlar el dolor en todo el cuerpo y la fatiga que se ve en mucho de los casos.
Medicamentos
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
Alivian los síntomas de la depresión y la ansiedad.
Analgésico
Alivia el dolor.
Antiinflamatorio no esteroideo
Alivia el dolor, disminuye la inflamación y reduce la fiebre.
Tratamiento para el dolor de nervio
Ayuda a bloquear el dolor causado por los nervios dañados.
Relajantes musculares
Reducen la tensión muscular y ayudan a aliviar el dolor muscular y la incomodidad.
Tratamientos no farmacológicos
Ejercicio
Realizar una actividad aeróbica durante veinte o treinta minutos, en un lapso de cinco días a la semana mejora la salud cardiovascular.
Sin embargo, en caso de una lesión, es preferible realizar actividades que no requieran el uso del grupo muscular o la articulación lesionados con el fin de preservar la función física y permitir la recuperación.
Control del estrés
Realizar una actividad agradable o verbalizar la frustración para reducir el estrés y mejorar la salud mental es una opción adecuado.
No obstante, es importante llevar este proceso en compañía de un profesional que en primera instancia pueda ayudarnos.
Técnicas de relajación
Hacer ejercicios que permitan que nuestros pulmones y cerebro se oxigenen son un gran aliado.
Por ejemplo, realizar respiración profunda, meditación, yoga, ejercicio rítmico y otras actividades que reducen los síntomas de estrés.
Terapias grupo de apoyo
Los grupos de apoyo velan por asesorar a los pacientes con estás afecciones o afecciones similares como depresión y/o perdida de peso
Biorretroalimentación
Controlar los latidos del corazón, las ondas cerebrales, la respiración y la presión arterial del cuerpo mediante la monitorización con sensores.
Terapia cognitivo-conductual
Terapia verbal que se enfoca en la modificación de las respuestas emocionales, los pensamientos y los comportamientos negativos asociados con los trastornos psicológicos.
Hidroterapia
Usar agua para aliviar el dolor, tratar enfermedades y mantener la salud; una excelente opción pueden ser los baños termales y bañeras de hidromasaje.
Técnicas de tratamiento quiropráctico
Alineación de la columna vertebral y masajes en los músculos de la espalda para aliviar el dolor.
Estiramientos
Los ejercicios de estiramiento pueden mejorar la flexibilidad y la función física.
Terapia de ejercicio gradual
Ejercicio físico que se inicia poco a poco y aumenta gradualmente con el tiempo.
Masaje
Relaja los músculos tensos.
Acupuntura
Inserción de agujas en puntos específicos del cuerpo para aliviar el dolor y tratar otras afecciones. Se trata de una forma de medicina tradicional china.