Los tratamientos biológicos son efectivos porque consisten en la utilización de moléculas grandes extraídas de organismos vivos, pero su utilización debe ser modificada alrededor del COVID-19.
Miles de pacientes que utilizan medicamentos biológicos para tratar inflamaciones por artritis y otras condiciones reumatológicas, han tenido que espaciar sus dosis de la vacuna contra el COVID-19, mientras que los que han contraído el Coronavirus se han visto precisados a suspender temporalmente sus medicamentos, confirmó un especialista.
El presidente de la Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas, el doctor Oscar Soto Raíces, habló sobre el tema en la Revista de Medicina y Salud Pública y reconoció que la administración de medicamentos biológicos es ahora muy frecuente en pacientes de artritis, psoriasis y enfermedades autoinmunes como el Lupus y enfermedades inflamatorias del intestino.
Agregó que estos medicamentos deben ser suspendidos tan pronto un paciente contrae el Coronavirus porque el tratamiento biológico puede interferir con los mecanismos del cuerpo para combatir la infección y/o provocar una replicación rápida de la misma, apuntó el experto.
“Los medicamentos biológicos pueden interferir con el mecanismo de crear anticuerpos contra el COVID. Por eso tratamos de optimizar la respuesta de la vacuna y suspendemos por un tiempo los medicamentos y eso va a variar dependiendo del medicamento usado y de cuan estable se encuentre la condición del paciente”, dijo.
El especialista reconoció que hay medicamentos biológicos que tienen efectos de meses en el sistema, los cuales son inyectados de manera intravenosa, y en ocasiones hay que esperar cinco meses después de la infusión para ponerse la vacuna y luego esperar para poder aplicar el biológico nuevamente.
“Tenemos experiencia con otras a vacunas como la vacuna contra la influenza en pacientes usando biológicos y se ha visto que la respuesta puede estar disminuida. Lo que queremos hacer con la vacuna de COVID es lograr una respuesta que sea la mejor posible”, indicó.
Los tratamientos biológicos son efectivos y consisten en la utilización de moléculas grandes extraídas de organismos vivos. El experto dijo que pacientes con condiciones como la artritis reumatoide producen sustancias proteicas que se producen de manera exagerada y sin control y por eso se convierten en ese objetivo a controlar, ya sea bloqueando la proteína con anticuerpos o bloqueando el receptor de la proteína en la célula.
“Nuestro cuerpo puede perder en ese proceso su capacidad de autorregularse y se busca imitar ese proceso natural de regulación mediante la administración de anticuerpos o proteínas que actúan como mediadores fisiológicos que reconozcan esa sustancia y la controlen. Es tratar de crear un anticuerpo que regule la expresión desmedida de esa sustancia”, dijo apuntando a que el tratamiento proviene de líneas celulares que se manejan en laboratorios.
Lo que ocurre cuando un paciente tiene un diagnóstico de positivo al COVID-19 es que se le recomienda que detenga la administración del medicamento, hasta que la infección esté completamente resuelta. Esto aplica a biológicos subcutáneos, que el paciente mismo se administra así como los medicamentos administrados de forma intravenosa. Es importante recordar que esto aplica también a los medicamentos inmunomoduladores que son comprimidos (tabletas) y que se toman por boca como los inhibidores de JAK y a cualquier otro inmunosupresivo.