Las células madre son la materia prima del cuerpo; a partir de ellas se generan todas las demás células con funciones especializadas como células sanguíneas, células cerebrales, células del músculo cardíaco o células óseas. Ninguna otra célula del cuerpo tiene la capacidad natural de generar nuevos tipos de células, por ello sirven como un sistema reparador del cuerpo.
Bajo las condiciones adecuadas en el cuerpo o en un laboratorio se dividen para formar más células llamadas células hijas.
Los estudios han demostrado que el organismo se puede desarrollar de una sola célula; además, las células saludables pueden reemplazar a las células dañadas en el organismo adulto.
Medicina regenerativa
Esto también conduce a los científicos a investigar la posibilidad de utilizarlas como terapia para tratar enfermedades a través de la modalidad terapéutica; que se le conoce como medicina regenerativa o reparativa.
Estas células tienen dos características importantes que las distinguen de otros tipos de células.
1. Una de ellas es que estas son células no especializadas que se renuevan a sí mismas por periodos prolongados, esto lo hacen a través de división celular.
2. La segunda característica es que bajo ciertas circunstancias fisiológicas o experimentales se pueden convertir en células con funciones especializadas tales como las células del corazón o células pancreáticas productoras de insulina.
Los científicos actualmente trabajan en dos tipos de: las embriónicas y la célula madre adulta.
Las células madres embrionarias se derivan de embriones humanos derivados de fertilización in vitro. Durante los primeros días de la etapa embrionaria, estas células son las que producen células que van a formar el Corazón, pulmones, piel, etc.
En algunos tejidos adultos como la médula ósea, músculos y cerebro hay poblaciones de células madre que generan reemplazo para aquellas otras que se pierden por el desgaste normal, por trauma o daño o por enfermedad.
Para qué podrían ser útiles
Se ha llegado a pensar que podrían tener un papel importante en el manejo de enfermedades como Parkinson, diabetes y enfermedades del corazón.
El estudio de estas células comenzó para el 1998 y los científicos trabajan actualmente tratando de determinar cómo es que estas células permanecen sin especializarse y se multiplican por muchos años.
También esperan determinar cuáles son las señales que hacen que estas células se especialicen y ayuden a reparar tejidos.
Actualmente, existen en el mercado muchísimas terapias que se le presentan al consumidor como estas células.
Sin embargo, es importante aclarar que estos son suplementos naturales, de origen vegetal, que lo que se supone que hacen es aumentar la producción de estas células a nivel de la médula.
Algunas de las áreas que se pueden beneficiar son
- Enfermedad de Parkinson
- Diabetes tipo I
- Artritis
- Víctimas de quemaduras
- Enfermedades cardiovasculares
- Aliviar el dolor de rodilla
- Tratamiento efectivo para la artrosis de rodilla
De dónde provienen
Los investigadores han descubierto varias fuentes
Células madre embrionarias
Provienen de embriones que tienen de tres a cinco días de vida. En esta etapa, un embrión se llama blastocisto y tiene alrededor de 150 células.
Estas son células madre pluripotentes, lo que significa que pueden dividirse en más células o pueden convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo.
Esta versatilidad permite que se utilicen para regenerar o reparar tejidos y órganos enfermos.
Células madre adultas
Se encuentran en pequeñas cantidades en la mayoría de los tejidos adultos, como la médula ósea o la grasa.
En comparación con las células madre embrionarias, las células madre adultas tienen una capacidad más limitada para generar diferentes células del cuerpo.
Hasta hace poco, los investigadores pensaban que las células madre adultas solo podían crear tipos de células similares. Por ejemplo, los investigadores pensaban que las células madre que residen en la médula ósea podían generar solo células sanguíneas.
Sin embargo, la evidencia emergente sugiere que pueden crear diferentes tipos de células. Por ejemplo, las células madre de la médula ósea podrían crear células óseas o del músculo cardíaco.
Esta investigación ha llevado a la realización de ensayos clínicos tempranos para probar la utilidad y la seguridad en las personas. Actualmente, se están probando en personas con enfermedades neurológicas o cardíacas.
Células adultas modificadas para que tengan las propiedades de las células madre embrionarias (células madre pluripotentes inducidas)
Los científicos han transformado satisfactoriamente las células adultas normales en células madre mediante la reprogramación genética.
Al modificar los genes de las células adultas, los investigadores pueden reprogramar las células para que actúen de manera similar a las células madre embrionarias.
Con esta nueva técnica, los investigadores pueden utilizar células reprogramadas en lugar de células madre embrionarias y prevenir el rechazo del sistema inmunológico a las nuevas células madre.
Sin embargo, los científicos aún no saben si el uso de células adultas modificadas causará efectos adversos en los humanos.
Los investigadores han podido tomar células comunes del tejido conectivo y reprogramarlas para que se conviertan en células cardíacas funcionales.
En estudios, los animales con insuficiencia cardíaca que fueron inyectados con nuevas células cardíacas presentaron una mejora en la función cardíaca y en el tiempo de supervivencia.
Células madre perinatales
Los investigadores han descubierto células madre en el líquido amniótico, así como en la sangre del cordón umbilical.
Estas también tienen la capacidad de convertirse en células especializadas. El líquido amniótico llena la bolsa que rodea y protege al feto en desarrollo en el útero.
Los investigadores han identificado células madre en muestras de líquido amniótico extraídas de mujeres embarazadas para detectar anomalías, un procedimiento llamado amniocentesis.
Se necesitan más estudios sobre las células madre del líquido amniótico para comprender su potencial.