Está comprobado que para garantizar un buen desempeño en el trabajo, es importante contar con condiciones físicas, psicológicas y sociales que protejan y promuevan la salud de los trabajadores.
Según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los países industrializados, un tercio de las bajas laborales por razones de salud se deben principalmente a dolencias del sistema muscular, como las afecciones de la espalda (dolores lumbares, ciática, hernias), las dolencias cervicales y de las extremidades superiores (como cuello, hombro o brazos).
Ante esto, es pertinente que conozcas algunas prácticas saludables que te ayudarán no sólo a reducir los riesgos de sufrir alguna enfermedad sino también te traerán múltiples beneficios en el entorno laboral:
- Toma pausas cortas que impliquen algún desplazamiento del puesto de trabajo. Camine por la oficina. Respira profundo, varias veces.
- Evita el ascensor y, en cambio, usa las escaleras.
- Cuando te sientas cansado, levántate de la silla, alza los brazos y relaja la cabeza hacia atrás. Repite esta postura 10 veces.
- Crea tiempos de esparcimiento durante la jornada laboral. Esto también te permitirá mejorar el ambiente de trabajo.
- Cuando estés sentado, pon un tobillo encima de la rodilla contraria y el torso hacia el frente, respirando profundamente. Asegúrate de empujar la rodilla del lado del tobillo hacia abajo para estirar los músculos de los muslos y la espalda. Repite con el otro lado del cuerpo.
- Para evitar dolores de espalda, ajusta la silla a tu cuerpo, haciendo que los codos queden en línea recta con la mesa de trabajo. Apoya siempre tu espalda en el espaldar de la silla. La cadera y las rodillas deben estar alineadas.
Con la práctica de estas recomendaciones, incentivarás la cultura del cuidado en su empresa y asegurarás un entorno laboral saludable.