La osteomalacia es una enfermedad que se caracteriza por la alteración de la mineralización ósea, esto se presenta por una deficiencia o mala metabolización de vitamina D y fosfato, causando la debilidad de los huesos.
“Esta enfermedad puede ser confundida con patologías como la osteoporosis. Sin embargo, esta no causa el adelgazamiento de los huesos”.
La osteomalacia suele ser silenciosa y en ocasiones difícil de diagnosticar. Sin embargo, en casos avanzados se puede manifestar debilidad y dolor en los huesos. Además causar la deformidad de los huesos, como por ejemplo las piernas arqueadas.
Algunas de las causas de la osteomalacia son:
La deficiencia de vitamina D: Es la principal causa de esta enfermedad, dicha falta de vitamina se puede presentar por un problema de metabolización o por no ingerir la cantidad suficiente de esta vitamina. Este complemento está presente en alimentos como la leche, el zumo de naranja, el salmón, algunos cereales. Tomar el sol es otra forma de obtener una dosis de esta vitamina.
Celiaquía: Es un trastorno autoinmunitario que produce inflamación de una zona próxima al intestino delgado, el revestimiento intestinal no absorbe los nutrientes y se puede provocar una deficiencia de vitamina D.
Trastornos renales o hepáticos: Estos órganos convierten el alimento en energía, por lo que cuando se presentan trastornos se puede ver afectada la capacidad del cuerpo de activar la vitamina D en el organismo.
Fármacos: El consumo de algunos medicamentos como los utilizados para tratar convulsiones pueden causar una deficiencia de vitamina D y como consecuencia osteomalacia.
El tratamiento de esta enfermedad consiste en proporcionar la cantidad suficiente de vitamina D, calcio y fosfato para fortalecer los huesos para de esta manera controlar la enfermedad y evitar la deformidad de los huesos.
La osteomalacia se puede prevenir consumiendo alimentos que contengan grandes cantidades de vitamina D, si es necesario se pueden tomar suplementos, la ingesta de estos suplementos debe ser guiada y supervisada por un especialista.
Por: Redacción Artritis y Reumatología
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