Los efectos de la artritis como los daños progresivos en cartílagos, huesos, ligamentos y tendones, generan en los pacientes, manifestaciones de dolor, hinchazón y pérdida de la movilidad de las articulaciones.
Esta es una enfermedad que afecta más a mujeres que a hombres y a pesar de la constante educación que existe sobre el tratamiento de la misma, todavía hay muchos mitos alrededor de este tema, sobre todo, varias preguntas sobre la relación artritis- embarazo.
Para empezar, cuando una paciente se somete a un tratamiento contra la artritis se le recomienda que utilice un método anticonceptivo de planificación para evitar un embarazo, pues los medicamentos contra la artritis suelen tener efectos negativos en el desarrollo del feto.
Sin embargo, esta es solo una recomendación, no significa que una mujer con artritis no pueda quedar embarazada. Si ella toma la decisión de ser mamá, debe tener en cuenta algunas reglas a seguir.
Por ejemplo, lo primero que debe hacer es comunicarle a su médico que quiere ser mamá, de esta manera, el especialista ordenará un cambio en el tratamiento, cuya aplicación no afecte de ninguna manera la salud de madre e hijo.
Existen fármacos que pueden resultar ser más seguros para el feto y se podrán tomar ya sea en las mismas dosis o en dosis más reducidas, sin que esto afecte al embrión.
Es de tener en cuenta que cuando una mujer tiene artritis reumatoide, tiene un gran riesgo de tener un parto prematuro u otras afecciones como diabetes gestacional, retrasos en el crecimiento del feto o preeclampsia en la madre. Con esta condición, la madre es más propensa a tener su hijo a través de una cesárea.
Paradójicamente, durante el embarazo, la mitad de las pacientes tienen mejorías en la enfermedad. Pero una vez el bebé da a luz, estos dolores de la artritis pueden reactivarse y es en ese momento en el que se debe retomar el tratamiento.
Por eso es importante que antes de someterse a un tratamiento contra la artritis, charle con su médico sobre sus planes de maternidad y si estos son a corto, mediano o largo plazo. De esta manera, el especialista le ofrecerá el tratamiento más adecuado para usted y su bebé.