Los quistes ganglionares son tumores no cancerosos que suelen aparecer en zonas como las manos y las muñecas, cerca a las articulaciones y tendones; lo que puede limitar el movimiento de la articulación. También pueden desarrollarse en pies y tobillos, pero es menos frecuente.
Las causas por las que se desarrollan estos quistes no son del todo claras. Algunos especialistas creen que puede producirse si alguno de los tejidos que rodean la articulación se salen de su lugar y forman estos bultos. Suelen tener forma redonda u ovalada, miden entre una pulgada y dos centímetros, y dentro alojan un líquido viscoso.
Existen algunos factores que aumentan el riesgo de desarrollar quistes ganglionares como: tener entre 20 y 50 años; ser mujer, se ha logrado comprobar que esta afección es más frecuente en las mujeres; haber sufrido alguna lesión en los tendones o articulaciones y sufrir de enfermedades degenerativas como la artrosis.
Estos tumores pueden pasar desapercibidos pues no producen síntomas claros que permitan generar alerta. Sin embargo, si llega a comprimir algún nervio si puede generar signos como hormigueo, dolor agudo o debilidad muscular.
Es importante que si notas algún bulto -así sea pequeño- en zonas como manos, muñecas, tobillos, pies; acudas al médico para que te evalúe y determine la razón por la que se desarrolló esa protuberancia.
Para poder determinar si se trata de un ganglión, el médico evaluará la masa de forma manual. Como por ejemplo oprimiendo la zona de molestia para ver si es sólida o está llena de líquido. Además, puede ordenar radiografías o resonancias magnéticas para descartar otras patologías.
Estos quistes pueden tratarse mediante el drenaje del líquido que está dentro del mismo, la inmovilización de la articulación para evitar la protuberancia siga creciendo. En casos demasiado graves es necesario realizar una intervención quirúrgica para extirpar el quiste.