¿Puedes atarte los cordones? Si tu respuesta no es afirmativa, deberías visitar a un doctor para que realice un chequeo médico. Según, Ata Pouramini, orientador en salud y miembro de la Asociación Española de Quiropráctica, agacharse es una actividad que resuelve dudas acerca de la flexibilidad, movilización y coordinación. Y existen varias enfermedades asociadas a ello.
Algunas de las personas que no pueden realizar esta sencilla actividad presentan lumbalgia. Esta enfermedad se manifiesta a través del dolor de espalda y el término se debe a las vértebras lumbares, que se encuentran en la zona baja, de donde provienen las molestias. El origen de esta afección es mecánico y se asocia con trabajos con cargas pesadas, especialmente si se levantan estando en movimiento.
La ciática es otra de las causas. Es decir, un pinzamiento del nervio ciático; provoca un dolor intenso en la parte inferior de la espalda, que baja por el glúteo.
Esto ocasiona semejante dolor que puede que no logremos agacharnos para abrocharnos los cordones. Sin embargo, según el experto, existen otras razones por las cuales no podamos atarnos los zapatos.
Otros elementos a tener en cuenta
El problema podría ser también del oído, específicamente en los vértigos posturales benignos. En el oído está la clave del equilibrio, por lo que, si tenemos problemas, agacharnos producirá mareos y la sensación de que todo da vueltas a nuestro alrededor.
Por otro lado, las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide también pueden ser un motivo. La AR suele producir inflamación y molestias en las manos que impiden realizar actividades cotidianas. Con la artrosis, también se produce desgaste y, si la padecemos o rodillas o caderas, la movilidad se dificulta.
Finalmente, no podemos pasar por alto que el hecho de “desaprender” acciones sencillas como estas se remite también a un trastorno neurológico y pueden verse ocultas enfermedades como el alzhéimer. Otro factor podría ser la obesidad, si tu peso no es el ideal y además te impide abrocharte los cordones, deberías tomar medidas. La obesidad es actualmente uno de los indicadores de salud y se relaciona con enfermedades cardiovasculares e, incluso, el cáncer.
Lo ideal es que, si tienes dificultades al abrocharte los zapatos, consultes con un especialista. Recuerda que un diagnóstico precoz aumenta las posibilidades de una mejor calidad de vida.