El noni es una fruta de origen asiático, aunque en la actualidad es producida por diversos países. Es conocida por su gran variedad de propiedades y sus aportes nutricionales; contiene vitamina C, zinc, potasio, calcio, magnesio, entre otras. En este artículo te contamos los beneficios de su consumo para tu salud.
Combate la inflamación
El noni contiene escopoletina, una sustancia que ayuda a reducir la inflamación articular y a su vez contribuye a mantener la movilidad de las articulaciones afectadas por las enfermedades reumáticas. Además, se ha demostrado que el noni actúa como analgésico, lo que ayudaría a reducir el dolor de patologías como la artritis reumatoide.
Fortalece el sistema inmunológico
El consumo de esta fruta estimula la producción de linfocitos, que son los encargados de proteger el cuerpo de distintas enfermedades y bacterias. La presencia de antioxidantes también ayuda a detener el proceso de envejecimiento celular, lo que mantiene en buen estado la piel y regenerar tejidos dañados.
Reduce la presión arterial
La escopoletina también ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, mejorando la circulación de la sangre y reduciendo la probabilidad de padecer de presión arterial. Además, previene la diabetes pues ayuda a controlar los niveles de glucosa.
Mejora el proceso digestivo
Su alto aporte de fibra ayuda a acelerar el proceso digestivo, eliminando toxinas y residuos del cuerpo. Es ideal para personas que padecen de estreñimiento. También ayuda a reducir la inflamación del tracto digestivo, eliminando los gases y mejorando el proceso de absorción de nutrientes.
Debes tener algunas precauciones
Pese a ser una fruta con múltiples beneficios para la salud algunos estudios también han logrado evidenciar que el consumo excesivo de esta fruta puede provocar efectos adversos.
Por ejemplo, en personas que padezcan de enfermedades renales su uso debe ser supervisado por un especialista. En el caso de las mujeres durante el embarazo se debe evitar, pues este alimento impide el correcto funcionamiento de los estrógenos, lo que aumenta el riesgo de aborto.