El tratamiento biológico adalimumab hasta ahora no tenía una indicación aprobada para esta dolencia que es responsable de cerca del 15 % de los casos de ceguera que se produce en España.
Antes de final de año se aprobará el primer fármaco biológico con uso específico para uveítis, adalimumab, que actúa selectivamente sobre una proteína que está implicada en la inflamación del ojo, esto lo explica Alfredo Adán, presidente de la Sociedad Española de Inflamación Ocular (SEIO) y director del Instituto de Oftalmología (ICOF) del Hospital Clínic de Barcelona.
Sin duda una buena noticia celebrada, ya que la uveítis, que afecta a 47.000 personas en España, es una de las principales responsables de ceguera prevenibles, en concreto es de entre el 10 y el 15 % de los casos. Son cifras que se desprenden de un estudio realizado por la Asociación de Pacientes de Uveítis (AUVEA). Sin embargo, el 90 % de la población desconoce en qué consiste.
“En una enfermedad invisible, muy desconocida por la población y por la comunidad médica” explica Silvia Matri, presidenta de Auvea. “Sufre un deterioro muy rápido de la agudeza y la calidad visual, como la profundidad, no puede bajar las escaleras. Notas fenómenos extraños como luces, moscas y tiene una visión borrosa” añade.
Jóvenes
Adán matiza explica que se trata de la inflamación de una membrana que hay en el ojo (úvea) situada en contacto con la retina y esa es la capa donde están las células que dan la visión, si se produce una inflamación de la úvea también se produce en la retina y puede generar complicaciones de visión y afecta a personas jóvenes.
“Yo empecé con apenas 30 años, es tremendo el golpe a nivel laboral, social y familiar y también afecta a niños. Ver a una niña de siete años que ya no ve por un ojo y a la vez jugando igual , es increíble” agrega silva.
Tipos
Hay dos tipos de uveítis, una que afecta a pacientes que tienen una enfermedad también de tipo inmunológico y que afecta al ojo de manera secundaria y otra en la que se inflama solo el ojo, es decir, que afecta solo al ojo.
“También hay que considerar la enfermedad relacionada con el sistema inmunitario que nos define de agentes externos y en un momento puede actuar contra el propio organismo y las células que teóricamente defienden, empiezan a atacar a otros órganos como puede ser el ojo”, específica el presidente de la SEIO.
Muchas veces el diagnóstico es un problema a la hora de evitar las nefastas consecuencias.
“Se retrasa mucho porque podría ser una uveítis autoinmune y primero hay que descartar otras enfermedades que serían controlables y que harían mejorar la uveítis también. Hasta que se descarta que sea esa causa, hay que buscar otro origen, si es autoinmune se tiene que decir qué tipo tiene” explica Silvia.
A eso se suma que no siempre los síntomas son evidentes, ya que dentro de las uveítis hay algunas que afectan la parte más delante de la úvea y se ponen rojo, son mejor graves y se tratan mejor. Las otras que afectan a la retina, el ojos está blanco y no hay sensación de inflamación, pero el paciente se ve mal. Es decir, algunos síntomas son llamativos, pero otros no tanto y tardan más en ir al servicio de oftalmología. Por eso es importante tener unidades multidisciplinares, precisamente porque muchas veces hay enfermedades inmunes asociadas a la infección y es importante que le vean distintas especialidades conjuntamente para valorar los tratamientos y mejorar el diagnóstico, aclara Adán.
Incomprensión
Los aspectos psicosociales también son importantes, porque los afectados sufren, pero médicos no lo perciben ya que solo los ven en consulta y no a diario “por lo que la colaboración entre asociados y comunidad médica es importante para que se incluyan en investigación básica de forma conjunta” continua Silvia
Lo mismo ocurre en casa, la gente que cuida de estos pacientes tampoco entiende qué ocurre, saben que hay cambios de carácter porque se toma medicamentos que influyen en irritabilidad, pero no lo ven ya que el ojo tiene una apariencia normal. Se sabe que se sufre pero las personas no entienden pues no pueden verlo ni sentirlo.
Por eso sin importantes logros como la aprobación de adalimumab, que si bien ya “existía como uso fuera de indicación para quienes todos los demás tratamientos no funcionaban, ahora tendrá una indicación propia. Y es que hasta hoy la primera línea de tratamiento son corticoides que tiene efectos secundarios importantes. Cuando no se puede controlar con ellos, se dan fármacos inmunosupresores que permiten reducir las dosis de corticoides, pero también tiene efectos secundarios” agrega Adán
Algo que no ocurre con adalimumab que , además, se administran dos veces al mes y no a diario como los corticoides, lo que es mucho mejor