Dolor, hormigueo y ardor en el pie, tanto estar de pie como en reposo. Son los síntomas principales del síndrome del túnel del tarso, una patología parecida al síndrome del túnel carpiano.
El síndrome del túnel del tarso se produce cuando el nervio tibial que pasa por el centro del tobillo y va hacia la planta del pie se comprime y esto ocurre por varias causas, desde una inflamación de la articulación o un tendón, un quiste sinovial a trastornos como el ácido úrico, la artritis o la diabetes también pueden proporcionar. A veces, su causa es desconocida.
El mecanismo es el mismo que en el túnel carpiano, con la única diferencia de que en el pie hay más ramas nerviosas y también influye la marcha afirma el doctor Alejandra Fernández Gibello, experto en podología y cirugía de la Clínica Vitruvio.
La causa puede ser cómo pisa
Caminar con el pie hacia adentro o hacia fuera también pueden propiciar.
Una postura incorrecta al andar acaba estresando a este nervio, al someterlo a una tensión y una comprensión constante.
El tipo de calzado que usa influye “los que tienen suelas muy blandas y con mucha amortiguación pueden hacer que aumente el problema en las personas que caminan de forma incorrecta” agrega el podólogo.
El uso de las típicas chanclas de verano tampoco convienen para los dolores de talón en general.
Túnel tarsiano o fascitis plantar
Hay quien confunde ambos trastornos, porque los dos causan dolor en el talón. De hecho, a veces se presentan a la vez, sobre todo en personas que llevan muchos años con una fascitis plantar, explica el doctor.
Ambos tienden a notar dolor en el talón o en la planta del pie, pero si el paciente también lo siente en reposo y además se da quemazón, ardor o algún tipo de hormigueo, son signos de que puede tener el síndrome del túnel del tarso.
Descomprimir el nervio
Lo primero que se intenta es liberar al nervio tibial de esa tensión mediante ejercicios o hidrodi secciones que consisten en introducir mediante una aguja suero salino a presión dentro del túnel.
Si el paciente no mejora o lo hace mínimamente se comienza a plantear el tratamiento quirúrgico del síndrome del túnel tarsiano.
Cirugía del pie
El objetivo de la intervención quirúrgica es liberar el nervio para que tenga más espacio y esto puede conseguirse de varias maneras.
· En la operación convencional se hace una incisión de 7 a 12 centímetros y se libera el nervio mediante cirugía abierta.
“El problemas es que queda una cicatriz muy grande y al fin y al cabo, lo que tiene que cortar es un pequeño ligamento que mide 1 mm y la pared de un músculo que mide aproximadamente lo mismo” aclara el doctor.
También puede llevarse a cabo por vía endoscópica, pero el túnel del tarso es muy pequeño y esto dificulta la movilidad de la cámara. Por ello, no es una opción muy usada según el podólogo.
Conscientes de todo esto, un equipo de la Clínica Vitruvio, liderado por Fernández Gibello ha sido el primero en descubrir y publicar a nivel mundial una nueva técnica que reduce el tamaño de la incisión.
“Realizamos una cirugía ecoguiada en la que, mediante un ecógrafo que pasamos por la zona a nivel extremo, vemos el nervio y todas las estructuras que lo rodean antes de realizar el corte y también mientras llevamos a cabo la incisión” agrega el podólogo, cuyo hallazgo ha sido publicado en la revista científica Surgical and Radiologic Anatomy.
Esto permite que la incisión de la cirugía sea de tan solo 1 o 2 mm, lo que hace que no se necesitan puntos de sutura. Con ellos se reduce el riesgo de posibles complicaciones como una infección o que las estructuras queden más fibrosas y luego cuesta mas mover la articulación del tobillo.