La población pediátrica con artritis idiopática juvenil tiene casi el triple de riesgo de desarrollar psoriasis después del inicio del tratamiento con inhibidores del factor de necrosis tumoral, de acuerdo con investigación preliminar comunicada en el Congreso Anual de la Childhood Arthritis and Rheumatology Research Alliance (CARRA) de 2021.
Investigación retrospectiva previa en el Children’s Hospital of Philadelphia, en Filadeldia, Estados Unidos, ha mostrado resultados similares, por lo que el objetivo de este estudio fue analizar de forma prospectiva datos recolectados del registro CARRA que representó una población de pacientes más amplia que la de un solo centro, comentó el autor principal, Dr. Yongdong Zhao, Ph. D., profesor asistente de reumatología en la University of Washington, en Seattle, Estados Unidos, y reumatólogo pediatra del Seattle Children’s Hospital.
“La conclusión práctica es que confirmamos este hallazgo y que todos los médicos que prescriben estos fármacos deben tener presente el riesgo, y que la familia se percate del mismo, pues a menudo esta piensa que solo es eccema y se lo tratan sin informar al médico”, señaló el Dr. Zhao. Recomendó que los médicos busquen signos de psoriasis en las consultas y, dependiendo de la gravedad, estén preparados con un plan de tratamiento si es necesario.
Los investigadores analizaron datos de pacientes con artritis idiopática juvenil reclutados en el registro CARRA de junio de 2015 a enero de 2020. Excluyeron a pacientes con diagnóstico de enfermedad inflamatoria intestinal, psoriasis al momento del diagnóstico de la artritis idiopática juvenil o antes, o con datos faltantes sobre la fecha del diagnóstico de psoriasis o el inicio de inhibidores del factor de necrosis tumoral.
De 8.222 niños (29% de sexo masculino), solo poco más de la mitad (54%) alguna vez había utilizado inhibidores del factor de necrosis tumoral. La mayoría de los pacientes (76%) era de raza caucásica y su edad promedio al momento del diagnóstico de artritis idiopática juvenil era de 7 años.
En comparación con quienes no tuvieron exposición a los fármacos, los pacientes a los que alguna vez se había prescrito un inhibidor del factor de necrosis tumoral tuvieron tres veces más probabilidades de recibir un diagnóstico de psoriasis después de ello (hazard ratio [HR] sin ajuste: 3,01; p < 0,01). El riesgo descendió un poco (HR: 2,93; p < 0,01) después del ajuste con respecto a sexo, raza, antecedente familiar de psoriasis, categoría inicial en la clasificación de la International League of Associations for Rheumatology y antecedente de tratamiento con metotrexato.
La mediana global de tiempo de seguimiento para la cohorte fue de 46,7 meses. La incidencia global de psoriasis en la cohorte fue de 5,28 casos por 1.000 años-persona, que se dividió en 3,24 casos para los que nunca habían estado expuestos a inhibidores de factor de necrosis tumoral y 8,49 para los que alguna vez los habían recibido. La incidencia fue similar (8,31 casos por 1.000 años-persona) después de solo el primer ciclo de inhibidores del factor de necrosis tumoral.
Los inhibidores del factor de necrosis tumoral son el tratamiento biológico de primera línea para la artritis idiopática juvenil y tienen historial registrado más prolongado de tolerabilidad y eficacia que el de los fármacos más nuevos, destacó el Dr. Zhao. También suelen utilizarse en la población pediátrica con psoriasis, destacó la Dra. Pamela Weiss, profesora asociada de pediatría y epidemiología en la University of Pennsylvania, en Filadelfia, Estados Unidos, y directora de investigación clínica de reumatología en el Children’s Hospital of Philadelphia, quien no intervino en el estudio.
“Los inhibidores de factor de necrosis tumoral son una clase increíblemente útil de fármacos para niños con artritis, incluida la artritis psoriásica. No creo que estos hallazgos repercutan en el perfil de riesgo-beneficio de los inhibidores de factor de necrosis tumoral, pues la psoriasis paradójica es un efecto secundario documentado del tratamiento y algo que la mayoría conversamos con las familias y pacientes antes de comenzar un fármaco inhibidor del factor de necrosis tumoral”, añadió la Dra. Weiss.
Asimismo, el Dr. Zhao no consideró que los hallazgos modifiquen el perfil de riego-beneficio de estos fármacos, siempre y cuando las personas se percaten de ello. Si la psoriasis es leve, a menudo es posible continuar el tratamiento con un inhibidor del factor de necrosis tumoral junto con un fármaco tópico contra la psoriasis, “pero si es realmente grave o según la preferencia del paciente, quizá deba cambiarse a un diferente inhibidor del factor de necrosis tumoral o suspenderlo”, indicó. En ocasiones ha añadido otro biofármaco para tratar la psoriasis debido a que la artritis idiopática juvenil subyacente en el paciente no se pudo controlar sin un inhibidor del factor de necrosis tumoral.
La Dra. Weiss también señaló que el tratamiento dependerá de la gravedad y de la toma de decisiones compartida entre médico, paciente y familia.
“Si es un área pequeña, a menudo se puede tratar con corticoesteroides tópicos. Si afecta una zona extensa del cuerpo o afecta gravemente al cuero cabelludo, se suspende el inhibidor del factor de necrosis tumoral y se podría valorar el inicio de otro tratamiento que se dirija a una vía diferente”, concluyó la especialista.
Fuente: MDEdge