La artrosis es una patología reumática que lesiona el cartílago articular de la columna cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la cadera, la rodilla y la articulación del comienzo del dedo gordo del pie.
Las articulaciones son los componentes del esqueleto que nos permiten el movimiento y, por tanto, nuestra autonomía funcional y están formadas por la unión de dos huesos a través de la cápsula articular.
En el interior de las mismas existe, generalmente, un fluido llamado líquido sinovial que es producido por la membrana sinovial. Los extremos óseos que se unen para formar la articulación están recubiertos por el cartílago articular.
Cuando este cartílago articular se lesiona, se produce dolor, rigidez e incapacidad funcional.
La artrosis se puede clasificar en función de las causas que la han producido. Aquí las clasificamos:
Artrosis primaria
Aquella que aparece sin factores causantes conocidos. Se llama idiopática por este motivo.
Las localizaciones más frecuentes de la artrosis primaria son: manos, pies, rodillas, cadera o columna, entre otras.
Existe una forma más generalizada de artrosis primaria que afectaría a tres o más articulaciones a la vez.
Artrosis secundaria
En este caso sí se puede apreciar una causa para la aparición de la patología, como por ejemplo:
- Enfermedades congénitas (de nacimiento).
- Traumatismos, algunos trabajos profesionales, o actividad física intensa y prolongada.
- Algunas enfermedades del metabolismo como los depósitos de cristales de pirofosfato cálcico; endocrinas, como la diabetes o el hipoparatiroidismo; la acromegalia.
- Alteraciones inflamatorias neurológicas o vasculares, como la artropatia de Charcot, la neuropatía diabética…
- Otras enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide, la gota o la enfermedad de Paget ósea.
Factores de riesgo de la artrosis
Los factores de riesgo son aquellos determinantes que se presentan en una persona y que la hacen más susceptible a sufrir una enfermedad.
En el caso de la artrosis, los factores de riesgo son:
- Edad avanzada (se incrementa el riesgo a partir de los 50 años).
- Sexo femenino.
- Obesidad (sobre todo en artrosis localizada en articulaciones como las rodillas y otras que soporten peso como la zona lumbar de la columna vertebral).
- Actividad deportiva y ciertas profesiones.
- Menopausia.
- Secuelas tras una cirugía y golpes repetidos sobre alguna articulación.
- Antecedentes familiares: es posible la transmisión genética de la predisposición a sufrir artrosis. Los genes que regulan el colágeno, una proteína muy importante en la composición del cartílago, se transmiten de padres a hijos; y si estos genes están alterados, dan lugar a un colágeno poco funcional, lo que aumenta el riesgo de sufrir artrosis.