El yoga, esta técnica hindú milenaria es una terapia de cuidado integral que busca fusionar de manera armónica cuerpo y mente. Por ello se concibe como una medicina alternativa para menguar los síntomas de la artritis.
Mediante la práctica de las asanas, la respiración y la meditación, se fortalece cuerpo, mente y espíritu; logrando así calmar el dolor y la hinchazón de las articulaciones.
Para practicar yoga no existen mayores requerimientos; solo debes elegir el tipo de yoga que más te convenga y llevarlo a cabo siempre en compañía de un experto.
Evidencia
Entre la evidencia más reciente se vislumbró que esta terapia reduce los síntomas de la artritis, ya que alivia las articulaciones adoloridas e hinchadas sin producir efectos adversos. El estar constantemente en movimiento mejora el estado de salud considerablemente.
Lo anterior fue comprobado en miles de personas que participaron en estudios clínicos realizados entre 1980 y 2010; financiados parcialmente por la Arthritis Foundation y publicado en Rheumatic Disease Clinics of North America.
Tipos de yoga
Yoga restaurativo
Su objetivo es la relajación, el descanso y la restauración de la energía del cuerpo, ayuda a controlar los niveles de estrés y las dolencias propias de la enfermedad.
No requiere mayor esfuerzo muscular y cuenta con apoyo como cuerdas o almohadones para permanecer en las posturas que deben sostenerse.
Viniyoga
El viniyoga favorece a las personas que sufren de dolor en las articulaciones; ya que sus posturas son adaptables y se modifican teniendo en cuenta el estado de salud, estado físico y destrezas de cada persona.
Este a diferencia de otros tipos de yoga, se realiza de manera personalizada junto al maestro, lo cual favorece que la actividad sea adaptada a tu ritmo y necesidades.
Yoga sentado
Los ejercicios en este tipo de actividad son suaves y se ejecutan básicamente sentado. Este tipo de yoga es ideal para personas de la tercera edad y para quienes tienen limitaciones de movimiento.
Iyengar
Este tipo de yoga se vale de apoyos, como cintas o elementos de soporte, que auxilian a realizar con mayor soltura las posturas sin crear tensión o lesiones.
Es idóneo para las personas con artritis porque aporta mucha atención a la alineación y las limitaciones individuales. Se recomienda la clase de nivel principiante para que reciba el tiempo y la atención necesarios para adaptar adecuadamente las posturas a sus necesidades.
Yoga de alto impacto
No obstante es importante recordar, que los tipos de yoga Ashtanga y power yoga, necesitan cambios rápidos en las posturas, lo que hace que no sean recomendables para las personas con artritis, a menos que se practique en niveles básicos y guiado por especialistas.
Por: Redacción Artritis y Reumatología
