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Señales de un juanete que requiere tratamiento

Los juanetes, conocidos en medicina como hallux valgus, son una deformidad ósea y una de las enfermedades más comunes de las articulaciones. Aunque se cree que es un padecimiento exclusivo de mujeres, lo cierto es que los juanetes también afectan a los hombres. Su aparición está asociada a nuestra forma de caminar, el calzado que usamos e incluso, a una ‘gota’ no tratada a tiempo (en hombres) o a artritis reumatoide (en mujeres).

De hecho, los juanetes no surgen de un día para otro. Son la consecuencia de un proceso paulatino en la que el dedo gordo del pie presiona al dedo segundo. Esto produce inflamación en ambos dedos y evita que éstos permanezcan en la posición que les corresponde al caminar.

De hecho, con el paso del tiempo, en el lugar del juanete va creciendo hueso nuevo y se forma una bolsa de líquido que puede provocar una inflamación conocida como bursitis. Cuando los juanetes causan una deformidad muy marcada, la movilidad de la persona puede afectarse de gravedad. Por ese motivo, el diagnóstico inicial de esta enfermedad nunca debe tomarse como definitivo. Esta es una condición a la que debe hacerse un seguimiento por parte del afectado y sus médicos.

¿Debo visitar al especialista?

Aunque al principio el juanete solo duele un poco, el dolor se extiende a medida que la deformación del dedo del pie se hace más marcada. En los casos más graves, la molestia afecta a los otros dedos del pie, impidiendo que se estiren o se muevan. Si no se toman medidas con el síntoma inicial, el pie puede perder la funcionalidad a causa del dolor en los huesos y la inflamación de los tejidos.

Otro signo de alerta es la deformación. Si el dedo gordo del pie forma una ‘S’, sin duda es momento de ir al podólogo. Cuando la articulación está en esa posición, la persona no puede calzar sus zapatos con normalidad, ni tampoco caminar con normalidad. Es decir, el paciente presentará una leve cojera que empeorará debido al contacto del hueso deformado con los nervios del pie.

Por desgracia, aunque existen opciones ortopédicas que impiden el deterioro del juanete, cuando se presentan los síntomas descritos anteriormente, la única forma de tratamiento es la cirugía. La buena noticia es que existen alrededor de 200 técnicas quirúrgicas para corregir este defecto. Sin embargo, entre ellas la más utilizada es la cirugía mínima invasiva.