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Que la artritis no te deje sin fuerza

Cuando la causa es infecciosa las enfermedades pueden afectar a cualquier edad, sin embargo, cuando se trata de enfermedades del sistema inmune encontramos dos grandes grupos de artritis, la  reumatoide y la espondiloartritis. 

La espondiloartritis afecta casi por igual a ambos sexos y aparece generalmente en menores de 45. Aunque existen diferentes formas, normalmente produce un dolor lumbar inflamatorio de las articulaciones sacroilíacas en la pelvis. En los niños se da la artritis idiopática juvenil  hasta los 16 años y afecta a la columna y habitualmente a manos y rodillas.

El dolor de la articulación es el primer síntoma de la artritis, así como su inflamación, entumecimiento y generalmente va asociada a una limitación funcional; por ejemplo, en el caso de las manos se produce pérdida de fuerza o movilidad; en caso de los miembros inferiores como pies, rodilla, cadera o tobillos,  se cojea y a veces hay un aumento de la temperatura de diferentes articulaciones.

La importancia de un diagnóstico precoz

Según estudios, aunque el seguimiento de la artritis es a largo plazo, los tratamientos no tienen por qué ser para toda la vida e incluso hay formas que remiten al iniciar un tratamiento de forma precoz.

Este tipo de enfermedades no se cura pero sí se controla y con un tratamiento adecuado hacen una vida completamente normal. Para establecer un tratamiento eficaz, es fundamental que el paciente sea remitido lo antes posible a una consulta de un especialista en reumatología y que reciba un diagnóstico.

Asimismo, el nivel de incapacidad que la atritis genera depende tanto de la articulación afectada como del número de articulaciones. Gracias a nuevos tratamientos disponibles se logra devolver al paciente a su actividad habitual en el menor tiempo posible.

Tratamiento

Cuando se trata de enfermedades inflamatorias lo principal es quitar la inflamación, el uso de fármacos tradicionales y biológicos ha supuesto llegar casi a la curación.

Una vez que se pasa la fase aguda y no hay inflamación en la articulación, es recomendable hacer ejercicio físico de una forma regular y en los casos oportunos, recurrir a la rehabilitación pero siempre de forma complementaria.

Además de mantener hábitos saludables como llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio, no fumar es fundamental ya que se sabe que el tabaco no solamente actúa como factor predictor de la aparición de la artritis sino como factor de mal pronóstico.

¿Se puede operar la artritis?

La cirugía es complementaria al tratamiento médico, cuando este no tiene el éxito requerido y la articulación se deteriora, se recurre a la cirugía para poner una prótesis o hacer una reconstrucción de una articulación que ya no es funcional.

Debido al uso de los fármacos biológicos y al establecimiento de tratamientos intensivos, el número de prótesis que se ponen por debido al desgaste de la articulación se ha reducido de manera significativa.