Por: Redacción Artritis y Reumatología
La esclerosis lateral amiotrófica es una patología progresiva que destruye las células nerviosas, interfiriendo en el control de los músculos del cuerpo; por lo que esta patología puede llegar a causar discapacidad o incluso ser mortal cuando no es tratada a tiempo.
Las causas por las que se produce esta enfermedad no son del todo claras. Sin embargo se estima que aproximadamente el 10% de los casos se producen por factores hereditarios; el porcentaje restante se desconoce su origen. Algunos estudios apuntan que se provoca por factores ambientales o una alteración del sistema inmunológico.
Algunos de los síntomas característicos de la enfermedad son problemas para caminar, debilidad en piernas y manos, calambres, dificultad para comer, entre otros. Con frecuencia el primer síntoma producido por la esclerosis lateral amiotrófica es la pérdida de fuerza en músculos de las piernas y manos; por lo que se dificulta tener control del cuerpo al caminar.
El riesgo de desarrollar esta pato logía aumenta con factores como:
Edad: esta enfermedad es mucho más frecuente en personas mayores de 45 años en adelante que en personas jóvenes.
Herencia: como lo mencionamos anteriormente una gran parte de los casos son producidos por factores hereditarios.
Fumar: algunos estudios han evidenciado que fumar aumenta el riesgo de padecer de esclerosis lateral amiotrófica; principalmente en mujeres después de la menopausia.
Sexo: en edades tempranas es mucho más frecuente en hombres. Sin embargo, después de la menopausia de las mujeres -50 años- esta diferencia tiende a desaparecer.
El diagnóstico de la esclerosis lateral amiotrófica es un proceso largo y complejo debido a que los síntomas que produce pueden ser confundidos con otras enfermedades; por esto el especialista debe utilizar pruebas como resonancia magnética, análisis de sangre, biopsia muscular, punción medular o lumbar.
Actualmente no hay cura para esta patología por lo que el tratamiento busca reducir los síntomas de la enfermedad. Además, evitar que avance a etapas avanzadas, pues en ciclos avanzados esta patología puede provocar problemas para hablar, deglutir e incluso demencia.
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