Redacción Artritis y Reumatología
Un grupo de investigadores del Instituto de Investigación del Hospital del Mar (IMIM) en España y la Escuela de Medicina Mount Sinai de Nueva York en Estados Unidos, han desarrollado un nuevo mecanismo molecular de producción de anticuerpos que interviene directamente en enfermedades como el lupus y la artritis reumatoide.
Este mecanismo se encarga de generar la activación de linfocitos B, células encargadas de producir los anticuerpos que retienen sustancias extrañas en el organismo y son las causantes de generar dolor en el cuerpo y las articulaciones. Mediante las moléculas BAFF y APRIL, encargadas de promover proteínas, las células B producen una gran cantidad de células grandes, conocidas como células plasmáticas, encargadas de producir los anticuerpos ya mencionados.
Raúl Santamaría, miembro del Grupo de Investigación de Células B del IMIM y coautor de este estudio, afirmó en entrevista con la revista ‘Nature Immunology’ en donde fue publicado el estudio, que: “La importancia del estudio radica en el descubrimiento de la interacción entre TACI y MyD88, unión hasta ahora desconocida y que hace que las respuestas inmunológicas sean más eficientes. La identificación de esta interacción puede impulsar el desarrollo de nuevos tratamientos contra enfermedades asociadas a una activación excesiva de los linfocitos B a causa de BAFF y APRIL”.
Las células B, en la mayoría de casos son agentes protectores, pero en ocasiones pueden generar complicaciones en el lupus y la artritis reumatoide, enfermedades relacionadas con la producción excesiva de BAFF y APRIL.
“Descubrir cómo interactúan TACI y MyD88 abre la puerta al diseño de nuevos fármacos que actúen sobre esta interacción a nivel molecular y puedan disminuir, así, la producción de anticuerpos nocivos, como los que liberan los linfocitos B auto reactivos en pacientes con enfermedades autoinmunes. Los fármacos bloqueadores de la interacción TACI-MyD88 también pueden ser beneficiosos para mitigar el crecimiento de tumores derivados de los linfocitos B, como el linfoma o el mieloma múltiple”, explica Irene Puga, miembro del Grupo de Investigación de Células B IMIM y participante del estudio en entrevista con la revista ‘Nature Immunology’.
El estudio desarrollado en pacientes que tienen anomalías relacionadas con TACI y MyD88 y en ratones genéticamente modificados, abre la posibilidad de desarrollar y patentar nuevos fármacos que den como resultado el tratamiento contra el lupus y la artritis reumatoide.