La Artritis Idiopática Juvenil (JIA) es un grupo de enfermedades que tienen como presentación en común inflamación/hinchazón en una o más articulaciones.
Definimos como edad de presentación antes de los 16 años de edad.
Existen varias clasificaciones siendo la más reciente la de ILAR (International League of Associations of Rheumatology), que subdivide la JIA en 7 subtipos a saber:
La artritis oligo articular persistente, artritis oligoarticular extendida, artritis polyarticular RF negativo, artritis polyarticular RF positivo, artritis psoriásica juvenil, entesitis-artritis seronegativa y artritis sistémica.
Estos tipos de artritis se diferencian entre sí dependiendo del número de articulaciones afectadas, presencia de Factor Reumatoideo, presencia de entesitis, psoriasis y síntomas de fiebre o cambios en la piel.
Existen varios tratamientos para controlar esta enfermedad en los niños
El primer nivel
de tratamientos es el uso de anti-inflamatorios no esteroidales (ej ibuprofen y sus derivados). Estos medicamentos ayudan a controlar los síntomas de entumecimiento y dolor articular. Los pacientes con JIA oligoarticular pueden responder a este primer nivel de tratamiento.
El próximo nivel
El próximo nivel de tratamiento es el uso de “DMARDS” (Disease Modifying Antirheumatic Drugs): Estos son medicamentos que modulan la enfermedad reumática de forma lenta, y retrasa el progreso de la artritis. Hay tres que comúnmente usamos a saber: Hydroxychloroquinnine, Sulfasalazine, y Methotexate.
El Methotrexate es el más utilizado, aunque los otros dos tienen su uso en algunos pacientes. Son medicamentos de acción lenta y tardan en verse los efectos en el paciente. Muchos niños tienen buena respuesta a Methotrexate sin tener que pasar a otro nivel de tratamiento.
Aunque es un tipo de quimioterapia, como utilizamos dosis bajas del medicamento, por lo general es bien tolerado. Lo más común que experimentan nuestros pacientes son molestias estomacales, náuseas o cansancio.
En 1998, sale al mercado el primer medicamento biológico. El mismo, conocido como Etanercept, que trabaja bloqueando una proteína del sistema inmunológico llamada TNFa. En estudios, esta proteína está aumentada en el tejido sinovial causando inflamación.
Estos medicamentos biológicos probaron ser efectivos en controlar los signos y síntomas de la JIA, a la vez que paraban la progresión radiográfica y por ende el daño permanente a largo plazo.
Son medicamentos potentes y regularmente los usamos en casos que no responden a DMARDS o pacientes con alto riesgo de progresión como pacientes con artritis polyarticular con RF positivo, CCP positivo, y comienzo temprano de la enfermedad.
Además de bloquear TNFa, han salido medicamentos que bloquean otras proteínas como IL-6, IL-1 y Jak-3. Generalmente estos medicamentos son bien tolerados por el paciente, pero pueden aumentar susceptibilidad a infecciones, y se ha visto un aumento, aunque bajo, en la incidencia de ciertos tipos de cáncer con el uso de los mismos.
En estos momentos están aprobados para tratar JIA el adalimumab, abatacept, tocilizumab, canakimumab, y etanercept. Además del tratamiento médico, nuestros pacientes se benefician de una alimentación balanceada, ejercicio de bajo impacto y terapia física según sea necesario.
Es importante que los pacientes sean atendidos en equipo compuesto por enfermeras, trabajador social, terapista físico y ocupacional, pediatra y psicólogo, además de otras especialidades según su necesidad. La meta de tratamiento es evitar el progreso de la enfermedad mientras salvaguardamos un desarrollo y crecimiento normal.
Es importante referir temprano al paciente con sospecha de JIA, de manera que se pueda dar un diagnóstico y tratamiento temprano de la enfermedad y así mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.