La enfermedad celíaca o celiaquía no es una simple intolerancia al gluten, es producida por un trastorno del sistema inmunológico que confunde el gluten como un agente enemigo y lo ataca, lo que produce la intolerancia del cuerpo a este componente que está presente cereales, centeno, trigo y cebada.
“Es una enfermedad crónica que se puede desarrollar en cualquier etapa de la vida, se presenta en mayor proporción en personas con predisposición genética. Hasta el momento no existe cura para la celiaquía, el único tratamiento eficaz es una dieta sin gluten”.
Los síntomas producidos por esta enfermedad varían en niños y adultos. Los signos más frecuentes en ad ultos son: diarrea,
Por su parte, en los niños los síntomas más comunes son: diarrea, crecimiento retardado, vómito, aftas bucales, anemia ferropénica (déficit de nutrientes provocados por un daño en el intestino) y dermatitis atópica.
“Cuando esta enfermedad no es tratada a tiempo puede producir complicaciones como: la pérdida de calcio y densidad ósea y esto puede desencadenar en osteoporosis u osteomalacia, intolerancia a la lactosa, cáncer y problemas neurológico”.
El diagnóstico de esta patología puede ser complejo, pues los síntomas no afectan una única zona y en muchas ocasiones no generan alerta en los médicos. Se utilizan cinco pruebas para confirmar la presencia de celiaquía en un paciente:
- Síntomas relacionados
- Serología (análisis de sangre)
- Pruebas genéticas
- Biopsia duodenal
- Reacción a la dieta sin gluten
El gluten está presente en gran variedad de alimentos como algunos tipos de harinas como el pan, salsa de soya, alimentos fritos, cereales, cerveza, variedades de pasta. Debes tener en cuenta aunque el producto diga en su empaque libre de trigo, puede contener centeno o cebada.
La clave para el tratamiento de esta enfermedad es excluir de la dieta el gluten. Algunos de los alimentos libres de gluten son: el arroz integral, quinoa, maíz y amaranto.
Por: Redacción Artritis y Reumatología