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El bicarbonato de sodio puede ayudar a combatir las enfermades autoinmunes

El bicarbonato de sodio puede ayudar a combatir las enfermades autoinmunes

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Augusta (Estados Unidos); una dosis diaria de bicarbonato de sodio puede ayudar a reducir la inflamación en enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide.

Este estudio aporta los primeros indicios de cómo este antiácido puede alentar al bazo a promover un ambiente antiinflamatorio.

Los científicos creen que beber bicarbonato de sodio le dice al bazo que facilite la respuesta inmune

Con el fisiólogo renal Paul O’Connor a la cabeza, un equipo de la Universidad de Augusta ha probado que cuando las ratas o los humanos beben una solución de bicarbonato de sodio, el estómago produce más ácido para digerir la siguiente comida y para que las células mesoteliales informen al bazo que no es necesario articular una respuesta inmune protectora.

“Ciertamente, beber bicarbonato afecta el bazo y creemos que es a través de las células mesoteliales”, señala O’Connor.

En el bazo, así como en la sangre y los riñones, los especialistas han encontrado que después de beber agua con bicarbonato de sodio durante dos semanas.

La población de células inmunitarias llamadas macrófagos se modificó de aquellos que promueven la inflamación, llamados M1, a aquellos que la reducen, denominada M2.

Cuando analizaron una rata sin daño renal, comprobaron que se producía esa misma respuesta. Así que los científicos ‘usaron’ a estudiantes de medicina para que bebieran bicarbonato de sodio, obteniendo una respuesta similar.

El cambio del perfil inflamatorio al antiinflamatorio sucede en todas partes. Se vio en los riñones, se vio en el bazo, ahora se ve en la sangre periférica.

Los científicos también vieron un cambio en otros tipos de células inmunes, como más células T reguladoras, que generalmente reducen la respuesta inmune y ayudan a evitar que el sistema inmune ataque nuestros propios tejidos. Ese cambio antiinflamatorio se mantuvo durante al menos cuatro horas en humanos y tres días en ratas.