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Transtornos musculoesqueléticos debido al trabajo

Los trastornos musculoesqueléticos (TME) son una de las dolencias de origen laboral más habituales. Estos trastornos afectan a millones de trabajadores en el mundo y suponen un coste de miles de millones para las empresas. Abordar los TME ayuda a mejorar la vida de los trabajadores pero también redunda en beneficio de las empresas.

Los TME relacionados con el trabajo con el trabajo afectan principalmente a la espalda, el cuello, los hombros y las extremidades, tanto superiores como inferiores y se incluye en ellos cualquier daño o trastorno de las articulaciones u otros tejidos. Los problemas de salud varían desde molestias y dolores leves hasta enfermedades más graves que requieren baja por enfermedad o tratamiento médico. En los casos crónicos estos trastornos pueden provocar una discapacidad e impedir que la persona afectada siga trabajando.

Causas

La mayoría de los TME relacionados con el trabajo se desarrollan con el tiempo. Por lo general, estos trastornos no tienen una sola causa y a menudo son el resultado de combinar varios factores de riesgo, como factores físicos y biomecánicos, factores organizativos y los psicosociales, así como factores individuales.

Factores de riesgo

·  Manipulación de cargas, especialmente al flexionar o girar el cuerpo.

·  Movimientos repetitivos o enérgicos.

·  Posturas forzadas y estáticas.

·  Vibraciones, una mala iluminación o los entornos de trabajo a temperaturas bajas.

·  Trabajo a ritmo rápido.

·  Posición erguida durante mucho tiempo sin cambiar la postura.

Si bien no hay una sola solución y en algunas ocasiones puede ser necesario consulta a expertos cuando se trata de problemas serios o poco habituales, sí que se puede adoptar medidas sencillas y asequibles, como utilizar carrito para facilitar el manejo el manejo de las herramientas o los productos o cambiar la disposición de los objetos del escritorio.

Para abordar los TME, las empresas deberían combinar:

·  La evolución de riesgo: adoptando un enfoque integral, evaluando y abordando todas las causas. También es importante tener en cuenta a las personas trabajadoras que más riesgos corren de sufrir TME. La prioridad es eliminar riesgos, pero también adaptar el trabajo a las personas.

·  La participación: Incluyendo a las personas trabajadoras y a sus representantes debates sobre posibles problemas y soluciones.

Plan de prevención

Tras completar la evaluación de riesgo, deberá elaborarse una lista de medidas en orden de prioridad y hacer que las personas que trabajan y sus representantes participen en su ejecución. La actuación debe centrarse en la prevención primaria, pero también en medidas para minimizar la gravedad de cualquier lesión. Es importante asegurar que todas las personas que trabajan reciban la información, educación y formación adecuadas en materia de salud y seguridad en el trabajo y de que sepan cómo evitar peligros y riesgos concretos.

Las medidas pueden abarcar los siguientes ámbitos:

·  Disposición del puesto de trabajo.

·  Equipos.

·  Tareas.

·  Equipo directivo.

·  Factores organizativos.

Las actuaciones preventivas deberán tener también en cuenta los avances tecnológicos de los equipos y la digitalización de los procesos de trabajo, así como los cambios que ello conlleva en las formas de organizar el trabajo.

En el enfoque de gestión de los TME, también deberán considerarse el seguimiento y la promoción de salud, así como la rehabilitación y la integración de las personas que ya padecen dichos trastornos.