Se ha demostrado que con la alimentación se pueden equilibrar los compuestos proinflamatorios y antiinflamatorios en el cuerpo. Por ello, para crear un balance entre este tipo de compuestos es fundamental incrementar más alimentos antiinflamatorios naturales en tu dieta, y asimismo, evitar o reducir los alimentos que causan inflamación.
A continuación algunos alimentos que debes evitar si tienes alguna otra enfermedad autoinmune:
Azúcares
Se ha comprobado que la ingesta excesiva de azúcar causa un mayor riesgo de sufrir obesidad, inflamación y enfermedades crónicas tales como el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2. Por ello, cambia el azúcar por edulcorantes naturales como la miel o melaza para endulzar bebidas y alimentos. Recuerda que los azúcares naturales que se encuentran en las frutas frescas o secas también son una excelente opción, ya que no sólo te dan la dulzura que buscas sino también te suministran vitaminas, antioxidantes y fibras. Los dátiles, higos, caquis, kiwis, mandarinas y varios tipos de bayas son algunos de los bocadillos saludables naturales a los que puedes optar si quieres algo dulce en tu paladar.
Aceites de cocina
Los aceites de cocina vegetales utilizados en muchos hogares y restaurantes, tienen ácidos grasos muy altos de omega 6 y bajas grasas omega 3. Una dieta que consiste en un omega 6 altamente desequilibrado, promueve la inflamación y engendra enfermedades inflamatorias como la enfermedad cardíaca y el cáncer. Reemplaza los aceites de cocina saturados en omega 6 con aceite de macadamia, aceite de oliva extra virgen, aceite de coco u otros aceites comestibles con un mayor equilibrio en proporción de ácidos grasos omega 6. El aceite de macadamia, por ejemplo, tiene una relación casi de grasas uno a uno de omega 6-3, y también es rico en ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado saludable para el corazón.
Grasas Trans
Los ácidos grasos trans son conocidos por su efecto doble golpe: aumentan los niveles de colesterol malo, al tiempo que reduce los niveles del colesterol bueno. Pero eso no es todo lo que pueden hacer. También se ha encontrado que son alimentos inflamatorios que promueven la obesidad y la resistencia a la insulina, preparando el terreno para que las enfermedades degenerativas tengan lugar. Busca productos alternativos que no contengan grasas trans, y que no tengan aceite o manteca vegetal parcialmente hidrogenada en la lista de ingredientes.
Lácteos
La leche es también un alérgeno común que puede desencadenar respuestas inflamatorias, tales como malestar estomacal, estreñimiento, diarrea, erupciones en la piel, acné, urticaria y dificultades respiratorias en personas susceptibles. Por ello, el kéfir y el yogur sin azúcar son aceptables en moderación para los que no son alérgicos a la leche. Son más fáciles para el estómago, ya que la lactosa y las proteínas en la leche se han roto por bacterias o levaduras beneficiosas.
Carne roja y carne procesada
Investigadores de la Escuela de Medicina de San Diego de la Universidad de California, encontraron que la carne roja contiene una molécula que los seres humanos no producen naturalmente llamada Neu5Gc. Después de la ingestión de este compuesto, el cuerpo desarrolla anticuerpos anti-Neu5Gc: una respuesta inmune que puede desencadenar la respuesta inflamatoria crónica. La inflamación latente de bajo grado que no va a desaparecer, se ha relacionado con el cáncer y enfermedades del corazón. No obstante, no es necesario evitar la carne roja por completo sobre todo si es orgánica, aunque no puede decirse lo mismo para la carne procesada. Ninguna cantidad de carne procesada es segura. Reemplaza la mayor parte de la carne roja con verduras orgánicas, pollo y pescado. Además, cuando comas carne roja, no olvides elegir cortes magros.
Alcohol
Se sabe que el alto y regular consumo de alcohol causa irritación e inflamación del esófago, la laringe y el hígado. Con el tiempo, la inflamación crónica promueve el crecimiento de tumores y da lugar al cáncer en los sitios de irritación repetida. Por eso, si encuentras difícil la idea de no consumir alcohol, al menos limita su consumo a no más de una bebida por día.
Granos refinados
Una gran cantidad de los granos que comemos hoy en día son refinados. Ellos carecen de fibra y vitamina B en comparación con los granos sin pulir y sin refinar que aún tienen el salvado, el germen y la capa de aleurona intacta. Esto hace a los granos refinados tan malos como los azúcares refinados, que son prácticamente calorías vacías. Lo mejor es optar por granos mínimamente procesados si no eres intolerante al gluten o alérgico a los granos.
Aditivos alimentarios artificiales
Según informes, algunos aditivos alimentarios artificiales como el aspartamo y glutamato monosódico (MSG), desencadenan respuestas inflamatorias, especialmente en personas que ya sufren de enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide. Por ello, además de limitar el consumo de alimentos procesados, utiliza hierbas antiinflamatorias, especias o edulcorantes naturales para dar sabor a tus platos en lugar de depender de los aditivos alimentarios.