Las lesiones lumbares son una de las causas más comunes de consulta al médico, gran parte de estas afecciones en la espalda son por una mala postura, que provocan una aceleración en la degeneración de los discos lumbares. Expertos aseguran que un significativo porcentaje de la población mundial ha sufrido o sufrirá de lumbalgia en algún momento de su vida.
La buena noticia, es que esta condición se puede prevenir y tratar. Una de las formas más eficaces para mejorar el dolor provocado por la lumbalgia es realizando ejercicios que permitan estirar los músculos, ligamentos, discos intervertebrales, entre otros.
A continuación te dejamos cuatro sencillos ejercicios que puedes poner en práctica si padeces de dolor de espalda. Es importante que consultes con tu médico de cabecera para que te guíe en este proceso, tal vez sea necesario que acudas con un especialista en terapia física para resolver tu afección.
Arquea la zona lumbar
Acuéstate boca a arriba y pon una o varias almohadas debajo de tu zona lumbar -parte baja de la espalda-. Mantén esta posición por 40 segundos y repite de dos a tres veces, de acuerdo a tu resistencia. También puedes utilizar una pequeña pelota suave que te permita arquear la espalda, con este ejercicio estiramos el músculo ilíaco que en ocasiones puede comprimir los discos intervertebrales.
Relaja la espalda
Ponte de pie y abre un poco las piernas, de tal forma que queden alineadas con tus hombros. Luego levanta los brazos y ve inclinando tu torso hacia el suelo, hasta que llegues a la altura de cadera, después levántate despacio. Repite este ejercicio cuatro veces.
Estira los músculos de la columna
Acuéstate, dobla tu pierna derecha e intenta llevarla hacia el pecho, descansa por cinco a 10 segundos y repite con la pierna izquierda. Con este ejercicio puedes aliviar las contracturas musculares de la parte baja de la espalda, comunes cuando tienes una mala postura.
Además, para prevenir lesiones en la columna vertebral, como la lumbalgia debes tener en cuenta:
- Mantener una postura adecuada -sobre todo durante tu jornada laboral-
- Cambiar de postura por lo menos cada media hora
- Evita cruzar las piernas por periodos prolongados
- Al levantar objetos pesados asegurate de mantener la espalda recta y realiza esta actividad distribuyendo el peso.