La osteoartritis es la forma más común de artritis. Es una enfermedad que daña el tejido resbaladizo que cubre los extremos de los huesos de una articulación. Este tejido se llama cartílago y cuando esto ocurre, los huesos comienzan a rozarse entre ellos.
Esta fricción causa dolor, hinchazón y pérdida de movimiento en la articulación. Con el tiempo, la articulación puede perder su aspecto normal.
Disminuyen los movimientos
La osteoartritis también puede hacer que crezcan espolones óseos, o crecimientos adicionales de hueso, en los bordes de la articulación. Algunos pedazos de hueso o de cartílago pueden desprenderse y quedar atrapados dentro del espacio que existe en la articulación, lo que causa más dolor y daño. Puede ocurrir en cualquier articulación pero, generalmente, suele afectar las manos, las rodillas, las caderas o la columna.
Algunos pedazos de hueso o de cartílago pueden desprenderse y quedar atrapados dentro del espacio que existe en la articulación, lo que causa más dolor y daño. Puede ocurrir en cualquier articulación pero, generalmente, suele afectar las manos, las rodillas, las caderas o la columna.
Factores desencadenantes
Investigadores del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel han demostrado que existen varios factores que aumentan el riesgo de desarrollar OA: la herencia, la obesidad, lesiones de las articulaciones, uso excesivo repetido de ciertas articulaciones, debilidad muscular y lesiones de los nervios. Ocurre con más frecuencia en las personas mayores.
Diagnóstico y tratamiento
No hay un único examen para diagnosticar la osteoartritis. La mayoría de los doctores usan varios métodos, como la historia médica, exámenes físicos o de laboratorio o rayos X. Los tratamientos incluyen medicamentos, técnicas de alivio del dolor sin medicamentos, terapias complementarias y alternativas, y cirugía. También ayuda que comas o dejes de comer algunos alimentos.
Alimentos saludables son esenciales
El sobrepeso aumenta la inflamación. Además, por cada libra de exceso de peso se ejerce una presión de cuatro libras (1.814 kilos) adicionales en las rígidas e hinchadas articulaciones. Si tienes artritis, debes obtener los nutrientes adecuados para aliviar los síntomas de la enfermedad. Una dieta saludable te servirá para adelgazar y conservar la salud de huesos, articulaciones y tejidos.
Suplementos de aguacate
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, casi la mitad de los estadounidenses en su vida sufrirá de la osteoartritis de rodilla, mientras que la osteoartritis de cadera afectará a alrededor de un cuarto de la población. La buena noticia es que los suplementos dietéticos hechos de aguacate y aceites de soja pueden aliviar el dolor de la osteoartritis de cadera y rodilla sin efectos secundarios, dicen algunos médico
Dieta mediterránea
Llevar una dieta estilo mediterráneo, que incluya frutas, verduras, aceite de oliva, frijoles, nueces y semillas puede, por ejemplo, disminuir el dolor de la artritis al suplir el cuerpo de poderosos nutrientes antiinflamatorios. De lo contrario, ingerir alimentos procesados con alto contenido de azúcar y grasa, así como comida chatarra aumenta la inflamación y empeora los síntomas de la artritis, y predispone al organismo a otras enfermedades.
Cerezas y otros frutos rojos
Estudios han demostrado que comer cerezas agrias podría servir para disminuir la frecuencia de los dolores en las articulaciones. Los investigadores sospechan que unas sustancias llamadas antocianinas de las cerezas poseen efectos antiinflamatorios. Las antocianinas se encuentran en otras frutas rojas y moradas, como fresas, frambuesas, zarzamoras y arándanos. Sin embargo, las cerezas agrias contienen los niveles más elevados.
Verduras y legumbres
Las verduras, legumbres, nueces y frutas (con menores cantidades de azúcar como las toronjas, melones, piñas y nectarinas) y los cereales integrales son opciones saludables que también pueden ayudar con los dolores asociados a la inflamación de las articulaciones
Grasas Trans
Las grasas saturadas (de fuentes animales, como mantequilla, manteca y carnes) y las grasas trans (abundantes en algunas comidas rápidas, productos procesados y alimentos chatarra) aumentan el colesterol en sangre y la producción de proteína C reactiva, que es un indicador de inflamación. El azúcar también aumenta la inflamación.
Nada de carnes
Los alimentos con niveles elevados de purinas, incluyendo órganos de carnes (como res, cerdo y cordero), la mayoría de los pescados y mariscos además de caldos y salsas a base de carne. Los refrescos endulzados con azúcar y los productos con fructosa incrementan los niveles de ácido úrico y las molestias y el dolor. Hay una conexión importante entre la ingesta de alcohol, en particular la cerveza, y un mayor riesgo de inflamación.