La discopatía degenerativa o también conocida como espondilosis se produce por la degeneración o envejecimiento de alguno de los discos; que separan cada una de las vértebras de la columna vertebral.
Hay diferentes tipos de discopatías, que se clasifican de acuerdo al grado de degeneración que tenga el disco. Entre ellas se encuentran: discopatía cervical, discopatía lumbar y discopatía dorsal o torácica.
Por lo general, la discopatía es producida por un proceso natural de envejecimiento. Pues a medida que una persona envejece los discos pierden su flexibilidad, elasticidad y la amortiguación. En otras personas puede ser causada por lesiones en la espalda.
Algunos de los síntomas más comunes producidos son: dolor de espalda en la zona lumbar, dolor en las piernas e incluso dolor de cuello o dificultades para respirar. Los síntomas dependen del tipo de discopatía que padezca la persona, en el caso de la discopatía lumbar puede ser un factor incidente en el desarrollo de la ciática.
Diagnostico y tratamiento
El diagnóstico de esta patología se realiza por medio de un exámen físico en el que el médico evalúa los síntomas presentados por el paciente y puede pedir realizar una radiografía o resonancia magnética que permitan analizar la condición en la que se encuentran los discos.
El tratamiento busca reducir y controlar el dolor provocado por la degeneración de los discos. Para esto se utilizan medicamentos antiinflamatorios, terapia física, terapia de calor y frío. En casos avanzados es necesaria la cirugía para reemplazar el disco por implantes.