Los procedimientos actuales para tratar la AR no actúan sobre el intestino por lo que pueden ser permisivos con la reactivación de la enfermedad a causa de la inflamación progresiva en esta área.
Una reciente investigación de la University College London (UCL) ha demostrado que los daños en el revestimiento del intestino tienen una relación directa con el desarrollo de la artritis reumatoide (AR), lo que posibilita un nuevo enfoque para el tratamiento de la enfermedad.
El estudio preclínico que utilizó modelos de ratón y muestras de pacientes indica que la restauración del revestimiento intestinal podría ofrecer la posibilidad de reducir la gravedad de los síntomas derivados de la AR.
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que produce hinchazón e inflamación y causa dolor en las articulaciones. A pesar de que existe el conocimiento de algunos de los factores genéticos y ambientales que pueden estar involucrados en la evolución de la enfermedad, todavía existe una compresión incompleta de las causas de la enfermedad y de algunos de los factores que pueden llegar a acelerarla.
Investigaciones recientes en esta área han explorado cómo las bacterias presentes en el intestino podrían estar involucradas en el desarrollo de la artritis, indicando que la propagación de estas bacterias perjudici ales estarían relacionadas con el origen de la enfermedad.
Claudia Mauri de la División de Infecciones e Inmunidad de la UCL y coautora principal de la investigación, comenta que “queríamos saber qué estaba sucediendo en el intestino y si hubo cambios en el revestimiento intestinal, que generalmente actúa como una barrera para proteger al cuerpo de las bacterias, que son una característica de la enfermedad y contribuyen a su desarrollo“.
El modelo preclínico con ratones y muestras de pacientes aportó que los marcadores sanguíneos de daño intestinal aumentaron en comparación con las muestras sanas, incluso en las primeras etapas de la artritis. Los marcadores de daño aumentaron a medida que a medida que avanzaba la enfermedad e inesperadamente se presentaron signos distintivos en la inflamación intestinal.
“Nuestros hallazgos sugieren que el revestimiento intestinal es un objetivo terapéutico. Es importante destacar que descubrimos que el uso de medicamentos existentes que restauran la integridad de la barrera intestinal, es decir, evita que el intestino se vuelva permeable o inhiben el movimiento de las células inflamatorias hacia y desde el intestino, podría reducir la gravedad de la artritis en modelos preclínicos“, agregó Mauri.
En ese sentido, la investigación demostró que el revestimiento del intestino tenía “fugas”, favoreciendo que las bacterias atravisen el revestimiento del intestino hacia el resto del cuerpo. Esto aumenta la inflamación tanto en el intestino como potencialmente en las articulaciones.
Mauri concluye que “de cara al futuro, debemos evaluar el impacto terapéutico de tratar el intestino revestimiento de los pacientes con artritis reumatoide además de sus articulaciones. Mantener la salud intestinal tanto a través de la dieta como de la intervención farmacológica puede ser una nueva estrategia valiosa“.