Hay muchas enfermedades y trastornos cuyos síntomas pueden hacernos pensar en empezar una dieta antiinflamatoria para eliminar todas esas sensaciones desagradables que sentimos. Y es que la alimentación desempeña un papel fundamental en nuestro bienestar.
Dieta antiinflamatoria, la finalidad no es perder peso
Contrariamente a otras dietas que podamos conocer, la dieta antiinflamatoria no tiene como objetivo la pérdida de peso. Lo único que se busca con ella es una mejora de los síntomas de las enfermedades mencionadas más arriba, algo que es posible lograr haciendo pequeños cambios en nuestra alimentación.
Manuel Moñino, miembro de la Asociación Española de Nutrición y Dietética, explica que la dieta antiinflamatoria tiene mayor éxito “en personas con enfermedades que cursan estados de inflamación de alto grado”. Pero, apunta que conviene que esta se haga siempre bajo “la supervisión de un equipo sanitario multidisciplinar, que incluya un dietista-nutricionista”.
¿Cómo debe ser la dieta antiinflamatoria?
Aunque el dietista-nutricionista analizará nuestras necesidades para ajustar la dieta antiinflamatoria, en términos generales esta se caracteriza por la toma de alimentos frescos y la eliminación progresiva de los alimentos ultraprocesados.
Entre los alimentos destacados en la dieta antiinflamatoria están los huevos, los pescados grasos, las verduras, las carnes blancas y los frutos secos. También las legumbres deben estar presentes y la fruta. El objetivo es hacer un cambio radical en la dieta donde los alimentos sean muy ricos en vitaminas, minerales, ácidos grasos (como el omega 3), antioxidantes y fibra. El Congreso FESNAD concluye analizando la dieta mediterránea, la más saludable del mundo
Para ponérnoslo más fácil, podemos tomar como referencia la dieta mediterránea. Es un modelo de dieta que está considerado variado y equilibrado, pues se incluyen varios alimentos frescos con un saludable aporte nutricional.
Alimentos que están prohibidos
Ya mencionamos que los alimentos ultraprocesados no se contemplan en la dieta antiinflamatoria debido a que tienden a agravar los síntomas de las personas que tienen las enfermedades ya mencionadas anteriormente. Por eso, debemos descartar el consumo de bebidas azucaradas (incluso los zumos que prometen que son 100% naturales) y todo tipo de bollería industrial.
Los caramelos, chucherías, patatas fritas, azúcar y comida preparada también son alimentos que están prohibidos en la dieta antiinflamatoria. No nos podemos olvidar de las carnes procesadas y rojas, y las harinas refinadas. Además, aunque el aceite es bueno, solo el de oliva es válido. Aquellos aceites que sean de girasol, maíz o soja debemos descartarlos de inmediato.
Aunque la dieta antiinflamatoria está destinada a cubrir las necesidades de una parte específica de la población, esto no quiere decir que sus claves no puedan ayudar a otras personas que desean es mejorar su alimentación. La eliminación de los ultraprocesados es realmente la clave, así como la introducción de alimentos variados y diferentes que, sobre todo, sean en su mayoría frescos.