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Consejos para pacientes con enfermedades reumáticas en tiempo de COVID-19

Las enfermedades reumáticas son patologías que causan dolor en las articulaciones y generan problemas de movilidad. Hoy en día se conocen más de 30 enfermedades reumáticas y algunas de ellas afectan los ojos, los pulmones o la piel. Estas patologías son muy frecuentes en la población y, según datos de la fundación Española de Reumatología, las sufren el 25% de las personas mayores de 20 años.

Por la llegada del COVID-19 cambiaron las prioridades en materia de salud. El confinamiento es pieza clave para prevenir los contagios y por esto se ha dejado en un segundo plano otros cuidados importantes, desde los más significativos hasta los más excepcionales. En casa ha aumentado los malos hábitos alimenticios y se ha caído en el sedentarismo, pero además las personas no han acudido a urgencias en casos realmente necesarios por miedo al contagio.  

Hablando de la pandemia, un virus que no tiene vacuna aún puede afectar a las personas que padecen enfermedades previas, incluida las reumáticas, pues deben cuidarse aún más, no solo hablando de las personas que padecen artrosis o artritis, sino también de aquellas que sufren de gota, fibromialgia, miopatías, osteoporosis, vasculitis, lumbago y ciática, por mencionar algunas de estas enfermedades reumáticas.

Se han elaborado consejos para personas que padecen de estas enfermedades reumáticas y según la Sociedad Española de Reumatología “También son aplicables para la población sana”, ya que el objetivo principal es mantener hábitos de vida saludables ante la situación de confinamiento y de esta manera derrumbar los posibles efectos adversos para la salud debido a dicha situación.

·  Asegurarse de recibir la vitamina D: el confinamiento ha hecho que no se pueda pasar tiempo al aire libre y como consecuencia, las personas tienen menor exposición al sol, que es necesario para sintetizar la vitamina D en el organismo. La disminución, unida con la deficiencia de la vitamina D en la mayoría de la población, puede tener efectos adversos en la salud de las personas, especialmente en los pacientes con enfermedades reumáticas.

Por ello es recomendable aprovechar el sol en los patios y balcones, incluso en los días nublados y es bueno recordar que el vidrio de las ventanas bloquea la radiación UVB, de manera que disminuye aún más el beneficio que aporta el sol en la síntesis de vitamina D, por eso es importante tener una exposición diría al sol de cara, manos y brazos durante 10 o 15 minutos.

La dieta ayuda a aportar vitamina D a los pacientes, se encuentra el pescado azul, como las sardinas, caballa, salmón o atún. La yema del huevo, el hígado de ternera o los champiñones son alimentos que contienen vitamina D, aunque en menor proporción. También algunos lácteos, margarinas o cereales son recomendables para incorporar en la dieta.

·  El calcio: es importante que los pacientes que presentan estas enfermedades reumáticas consuman aproximadamente un gramo de calcio al día, explican expertos. Casi todos los lácteos, quesos, leche y yogur son una fuente muy importante de este mineral, pero no son los únicos alimentos que lo contienen. Las verduras de hojas verdes, los frutos secos, las legumbres, los pescados, los hígados secos, las semillas de sésamo y el tofu también contribuyen a cubrir las necesidades diarias de calcio.

Los quesos curados son los que tienen mayor contenido de calcio, aunque se debe tener cuidado con las grasas saturadas y sales. Los lácteos desnatados o semidesnatados tienen la misma proporción de calcio que los enteros y algunas especias como el tomillo, el orégano, o el eneldo tiene más cantidad de calcio que la leche y algunos quesos. 

·  La comida y la hidratación son primordiales: siempre ha sido importante una alimentación sana pero ahora aún más en estos tiempos de cuarentena, es importante una ingesta adecuada de proteína, tanto para la salud ósea como para mantener la masa muscular. Asimismo, se ha demostrado que la dieta mediterránea puede tener un efecto protector por sus propiedades antiinflamatorias, por su capacidad antioxidante y por su efecto sobre la obesidad y el síndrome metabólico.

En general se recomienda una dieta sana, evitando las grasas saturadas y dando prioridad a aceites de oliva para cocinar, así como incluir las frutas y vegetales que contienen vitaminas B y K, minerales esenciales, como el magnesio o el zinc.

En cuanto a la hidratación, la bebida de preferencia ha de ser siempre el agua y es primordial asegurarse un consumo suficiente de ella. Evitar el consumo de bebidas que contengan cafeína, también bebidas alcohólicas, azucaradas y carbonatadas, señalan reumatólogos.

·  Ejercicio acorde a su grado de discapacidad: realizar ejercicios físicos de manera regular ayuda a reducir la ansiedad, mejorar la sensación de bienestar y también la calidad del sueño. Además, es fundamental para mantener la salud de las articulaciones y no perder masa muscular. Es recomendable entrenar entre 20 o 30 minutos diarios siempre adaptada a las condiciones de cada persona y atendiendo las limitaciones ocasionadas por la patología reumática en caso que se tengan.

Los ejercicios más recomendados son los estiramientos, isométricos y de extensión de la columna para fortalecer la parte superior de la espalda. Para las personas mayores es recomendable hacer ejercicios suaves dirigidos a mejorar el equilibrio que ayuden minimizar el riesgo de caídas.

·  Rutinas de autocuidado: quienes padecen enfermedades reumáticas deben tener un cuidado más cuidado es decir lavarse las manos, mantener distancia social y el uso de mascarilla adecuado.

Es importante no descuidar la medicación habitual ni tomar decisiones unilaterales sobre la misma y ante cualquier duda preguntar a su especialista.