El ejercicio y la pérdida de peso son las mejores maneras de vencer el dolor de la osteoartritis (OA), aunque también puede probar otros métodos, estos incluyen cremas que se aplican a la piel (tópicos), píldoras e inyecciones para las articulaciones. Conocer las ventajas y desventajas de los tratamientos podrá ayudar a tomar la decisión correcta.
Tópicos
Los expertos sugieren que antes de tratar la osteoartritis se debe probar con los antiinflamatorios no esteroideos (Aine)tópico para el dolor de esta afección. Los antiinflamatorios no esteroideos vienen en forma líquida con receta (Pennsaid) y parches (Flector). El gel Voltaren ahora se puede encontrar en disposición del paciente sin fórmula médica, los estudios muestran que estos medicamentos pueden ayudar a aliviar el dolor de la rodilla igual que las píldoras, pero con menos efectos secundarios.
Fármacos
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como los AINE son los medicamentos orales más eficaces para la osteoartritis. Estos medicamentos los conforman ibuprofeno, motrin, advil, o naproxeno (Aleve) y diclofenaco como el voltaren entro otros. Todos funcionan blanqueando las enzimas que causan dolor e inflamación.
El problema es que algunas de esas enzimas también ayudan a la sangre a coagularse y protegen el revestimiento del estómago pues sin ellas las personas pueden manifestar moretones fácilmente, desarrollar úlceras e incluso puede sangrar en los intestinos.
Los AINE aumentan la probabilidad de sufrir un ataque del corazón, un derrame cerebral e insuficiencia cardíaca. El riesgo aumenta cuanto más tiempo los use y cuanto más los consuma.
Celecoxib (Celebrex) es un tipo de AINE que tiene menos probabilidades de causar hemorragia gastrointestinal, pero puede causar problemas cardíacos. El paciente y el especialista deberán medir los beneficios y riesgos de los AINE.
Acetaminofén
Durante años los médicos recomendaron el paracetamol (Tylenol) para la osteoartritis. Las pautas del tratamiento del Colegio Americano de Reumatología (ACR) y la Fundación de Artritis (AF) publicadas en 2020 no recomiendan estos fármacos a menos que no se puedan usar NSAIDs, aunque pueden ayudar el dolor de la OA en algunos casos. El paracetamol puede dañar el hígado por esto especialistas sugieren no tomar de más y tomarlo cuando sea necesario.
Inyecciones
Las inyecciones directamente en las articulaciones son opciones para el dolor de la osteoartritis.
· Esteroides: las inyecciones de corticosteroides reducen la inflamación y proporcionan alivio del dolor durante algunos días o meses, pero los efectos secundarios pueden ocurrir, esta inyección se podrá recibir tres o cuatro veces al año, después de la primera inyección las otras pueden no funcionar con la misma rapidez y eficiencia.
· Ácido hialurónico (AH): este actúa como el líquido que lubrica las articulaciones. Las investigaciones sobre si las inyecciones de AH ayudan realmente, los expertos dicen que rara vez causan daño. El alivio del dolor puede durar hasta 6 meses para la rodilla o el hombro. Las pautas de ACR/AF no recomiendan las inyecciones de ácido hialurónico ya que las pruebas de su funcionamiento son limitadas. Sin embargo, el médico y el paciente deben discutir sobre utilizarla o no.
Otras inyecciones incluyendo el plasma rico en plaquetas (PRP) y las células madre se han hecho populares en los últimos años. El PRP es una forma concentrada de tu propia sangre, contiene sustancias químicas naturales que pueden reducir la inflamación y acelerar la curación de la articulación.
El tratamiento con células madres, estas células especiales se extraen de la grasa y se inyectan en la articulación afectada. Las directrices de la ACR/AF sugieren no usar ambos tratamientos ya que los procedimientos no están bien estandarizados y su eficacia aún no ha sido probada.
La proloterapia es un tratamiento más antiguo en el que se inyecta una solución de azúcar en las articulaciones este procedimiento es dudoso y no es recomendable. Es importante que los pacientes consulten a su especialista para llevar un tratamiento adecuado a su condición, se recomienda que antes de utilizar estos tratamientos el paciente pruebe con opciones no farmacológicas como el ejercicio, la pérdida de peso, la fisioterapia y las compresas frías y calientes.