Aunque en realidad los que presentan el dolor son las articulaciones y no los huesos, los expertos mencionan que esto se debe a que, ante esta temperatura los músculos se contraen provocando contracturas o dolencias.
Por otro lado, las articulaciones, los tendones y los ligamentos se ponen más rígidos lo que genera debilitamiento y mayor riesgo a lesiones. Asimismo, el frío también deteriora los cartílagos, lo que explica la aparición de la artrosis.
Ante esto, las zonas más afectadas son los dedos, los pies y el cuello, debido a la falta de grasa en estas partes del cuerpo y, los más afectados son los niños menores de 12 años y las personas mayores de 60, porque la circulación de la sangre no es plena.
Recomendaciones para aliviar las molestias
- Poner compresas de agua caliente en la zona afectada.
- Hacer ejercicios de las manos en un recipiente con lentejas.
- Realizar masajes en las manos y los pies con cremas desinflamante.
- Utilizar árnica para desinflamar y reducir el dolor.
- Si el dolor se presenta por más de dos semanas, acude a un especialista para evitar complicaciones.
Entre tanto, no olvides que el ejercicio es el mejor aliado para ayudar a combatir la rigidez que pueden presentar las articulaciones por el frío. Además, la alimentación también es fundamental para el aumento de calorías en el cuerpo.