¿Cuántos de nosotros no hemos sufrido de dolor de espalda? Se estima que más de la mitad de la población ha sufrido o sufrirá de esta condición. Aunque la gran mayoría de las veces, no representa un problema serio, es una de las consultas médicas más frecuentes.
“El dolor de espalda baja, específicamente está asociado con un aumento significativo en los costos del sistema de salud y una baja productividad en el área laboral. La obesidad, una vida sedentaria y la mala postura nos pueden aumentar el riesgo de padecer de esta condición”.
El dolor de espalda agudo (dolor súbito) usualmente no dura más de un mes y podría aliviarse espontáneamente, de no corregir el problema, este dolor podría tornarse crónico y recurrente. La presentación del dolor va a depender de la causa; entre las más comunes se encuentran los espasmos recurrentes, tensión en algunas de las estructuras involucradas como ligamentos, y/o enfermedad degenerativa de discos, que pueden llegar a comprimir nervios y hasta el cordón espinal.
Los síntomas principales pueden incluir dolor a través de la espina, rigidez, pérdida de movimiento, dolor que puede irradiarse a las piernas y adormecimiento de las extremidades.
Si el dolor de espalda se torna persistente o dura tres meses o más, es cuando toma importancia la evaluación de un especialista, para descartar otras causas más serias. Algunos de estos especialistas son los fisiatras, reumatólogos, ortopedistas de espina y neurocirujanos, entre otros.
Recientemente se ha reconocido un aumento considerable en el dolor de espalda de tipo inflamatorio, este es un dolor que no se alivia con el descanso, nos puede levantar en las noches y se asocia con rigidez matutina. Su reumatólogo lo podría ayudar a descartar o diagnosticar condiciones inflamatorias que afectan principalmente la espalda.
Hoy en día, existen y se siguen estudiando terapias para mejorar el control de estas enfermedades.
Según los expertos, la primera línea de tratamiento del dolor de espalda son medidas conservadoras que incluyen calor y/o frío, terapia física y mantener una buena postura.
“Terapias alternativas como el masaje, la acupuntura, o la manipulación de la espina podrían ayudar a algunos pacientes. De continuar el dolor, se podrían utilizar analgésicos, anti-inflamatorios orales e inyectables, o relajantes musculares”.
Algunos consejos para evitar el dolor de espalda son:
-Dormir boca arriba, nunca boca abajo y al menos siete horas.
-Hacer ejercicios para fortalecer los músculos (Pilates, yoga, taichí)
-Disminuir el estrés.
-Prestar atención a la postura.
Si usted sigue padeciendo de dolor de espalda, no espere, visite a su médico quien podría recomendarle opciones terapéuticas para aliviar sus síntomas y así mejorar su calidad de vida.
Redacción Artritis y Reumatología
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