Existen diferentes tipos de artritis, entre ellas se encuentra la espondilitis anquilosante. Esta afección se presenta en la columna vertebral y provoca hinchazón entre las vértebras; aunque en algunas personas puede afectar otras articulaciones. Una de sus complicaciones es que la fusión también puede agarrotar tu caja torácica y restringir tu capacidad y función pulmonares.
Resulta más común y con mayor gravedad en los hombres. Además, suele ser hereditaria. Su causa es desconocida, aunque los especialistas señalan factores genéticos y medioambientales relacionados con su aparición.
Síntomas
Los primeros síntomas son dolor y rigidez en la espalda, los cuales -generalmente- se evidencian después de la adolescencia o iniciando la adultez. Con el transcurso del tiempo, la enfermedad puede fusionar las vértebras, provocar deformidad articular progresiva. y limitar los movimientos de la persona. En algunos pacientes el dolor es constante y en otros los signos aparecen y desaparecen.
Se suele manifestar con fases de dolor lumbar que pueden afectar a toda la columna y a las articulaciones periféricas, ocasionando dolor en ambas. También puede acompañarse de manifestaciones extraarticulares, como inflamación en los ojos o en las válvulas del corazón. Algunos pacientes presentan fiebre elevada, fatiga, pérdida de peso y anemia.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza con un estudio en el historial médico y un examen físico. Además, se pueden realizar exámenes de sangre e imagen. Si el reumatólogo sospecha que el paciente padece una espondilitis anquilosante se realizará una radiografía de la columna vertebral y de la pelvis.
Se trata de una enfermedad sin cura, aunque existen medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas y evitan que la enfermedad se desarrolle y sus síntomas empeoren.
Prevención:
- Evitar malas posturas
- No usar fajas o corsés que inmovilicen la columna
- No estar demasiado tiempo en cama o sentado
- Evitar la obesidad
- No fumar, lo cual perjudica la función respiratoria
- Realizar ejercicio físico moderado a diario
Tratamiento
- Antiinflamatorios: Estos alivian el dolor y reducen la inflamación articular.
- Analgésicos: También se usan para aliviar el dolor.
- Sulfasalacina: Que puede ser beneficiosa en los casos más graves.
- Metotrexato: Se utiliza fundamentalmente para detener las artritis de las articulaciones periféricas.
- Rehabilitación: Es esencial que los individuos que padecen espondilitis anquilosante realicen los ejercicios físicos recomendados por el reumatólogo.
- Practicar deportes: Es conveniente que realice deportes que le permitan fortalecer la espalda como la natación, por ejemplo.
- Cirugía: Sólo en algunas ocasiones, cuando las articulaciones están muy dañadas y se ha perdido la movilidad, es necesaria la intervención quirúrgica.
Por: Redacción Artritis y Reumatología
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