Por: Redacción Artritis y Reumatología
La pera es una de las frutas más consumida gracias a sus aportes nutricionales y el bajo índice glucémico es recomendada para personas que padecen de diabetes. Dentro de sus componentes se encuentran vitaminas A, C, E, K y del grupo B: B1, B2, B3.
Además, contiene grandes cantidades de potasio, calcio, hierro, fósforo, ácido fólico, azufre, entre otros. Estos elementos la convierten en una de las frutas más apetecidas, pues tiene múltiples beneficios para el cuerpo.
Reduce la inflamación
La gran cantidad de antioxidantes que contiene y los flavonoides -protectores de agentes oxidantes- ayudan a reducir la inflamación producida por enfermedades como la artritis, gota, estrés, entre otras.
Mantiene los huesos fuertes
Algunos estudios han logrado evidenciar que comer por lo menos una pera al día ayuda a prevenir la pérdida de densidad ósea. Por esta razón reduce significativamente la posibilidad de desarrollar osteoporosis.
Y es que la pera contiene gran cantidad de calcio, magnesio y fósforo que mejoran el proceso de absorción del calcio presente en otros alimentos.
Mejora el proceso digestivo
Comer una pera al día proporciona una cantidad importante de fibra, necesaria para el correcto funcionamiento del sistema digestivo, previniendo el estreñimiento.
Fortalece el sistema inmunológico
Su alto contenido de vitamina C y antioxidantes activa la producción de glóbulos blancos en la sangre, lo que ayuda a proteger al cuerpo de virus como la gripe. Además, la vitamina C estimula la regeneración de tejidos dañados y mejora el proceso de cicatrización.
Previene el cáncer
La fibra que aporta el consumo frecuente de pera, no solo sirve para mejorar el proceso digestivo del cuerpo. También ayuda a prevenir el cáncer colon, algunos estudios apuntan a que podría reducir el riesgo de sufrir cáncer de estómago.