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¿Cómo cuidar tus articulaciones?

Foto: ShutterStock

Las articulaciones son estructuras conformadas por huesos, músculos, membranas sinoviales, cartílago y ligamentos. Estas uniones son las más importantes entre los extremos de los huesos, ya que permiten la movilidad del esqueleto.

Las estructuras que permiten esta unión, son la cápsula articular y los ligamentos. En la parte inferior de la cápsula articular, la membrana sinovial segrega el fluido sinovial, que actúa como lubricante, permitiendo el roce de los extremos óseos sin ningún tipo de fricción.

Asimismo, cada hueso tiene una fina capa de cartílago en cada punta, que permite amortiguar la articulación, y distribuir de manera uniforme la carga que recibe, cuando ejercemos presión sobre ella.

Sin embargo, a medida que pasan los años, y vamos envejeciendo, disminuye nuestra capacidad de regeneración de huesos y cartílagos. La principal complicación que se puede derivar de estos casos, es el alto riesgo de poder desarrollar osteoartritis.

Cuidado completo de las articulaciones

Nunca es tarde para empezar a actuar en pro de la salud de nuestras articulaciones. Contrario a lo que se cree, el dolor de estas no necesariamente tiene que ser parte de nuestro proceso de envejecimiento. Por ello, aquí te dejamos algunas recomendaciones que puedes adoptar según tu estado de salud general.

  • Realiza ejercicio físico

Al hablar de hacer ejercicio, no debemos pensar obligatoriamente en extenuantes rutinas de gimnasio, por el contrario, lo que buscan los especialistas con esto es poder mantener al paciente en movimiento, pues se ha demostrado que la actividad física, contrario al reposo, alivia la rigidez articular, reduce el dolor, y fortalece los mpusculos que rodean las articulaciones.

Puedes iniciar con una caminata diaria, por un tiempo prudente, siempre y cuando realices el calentamiento requerido para evitar lesiones. No le exijas esfuerzos adicionales a tu cuerpo; puedes aumentar la velocidad solo cuando sientas que tus músculos están preparados.

Ahora bien, no está de más recordar que la natación es uno de los deportes que más benefician a los pacientes con condiciones reumatológicas, pues ayudan a mantener la flexibilidad y el rango de movimiento mientras restan la carga de las articulaciones.

  • Mantén un peso saludable y constante

Tus articulaciones están diseñadas para poder soportar, tan solo, determinada fuerza. Cuando ganamos peso demás, es probable que podamos estar ejerciendo más presión sobre ellas de lo que pensamos. Veámoslo así: cada kilo extra que ganamos, significa más tensión para nuestras rodillas.

Cuando nos sometemos a un proceso de pérdida de peso, podremos experimentar una reducción significativa del dolor y de la rigidez. De hecho, algunos especialistas mencionan que al perder, por lo menos cinco kilos de peso, puede mejorar la salud de nuestras articulaciones, y reducir el riesgo de osteoartritis de rodilla en un 50%.

  • Alimentación saludable

De la edad y las condiciones individuales de cada paciente depende la dieta. Lo importante, es que la dieta sea saludable y equilibrada.

Como hemos escuchado, debemos limitar la ingesta de azúcares industriales, y reducir el consumo de alimentos ricos en purinas, (como las carnes rojas, las vísceras, los mariscos, los espárragos, la coliflor, entre otros), ya que el ácido úrico que generan, puede incidir en el desarrollo de gota y otras condiciones del aparato locomotor.

  • Imprescindible mantener una higiene postural adecuada

La lesión por esfuerzo repetitivo (LER) aparece en el cuello, los hombros o las muñecas por la reiteración de un movimiento y la sobrecarga articular y muscular que produce. Para evitar su aparición es clave adquirir hábitos posturales correctos, tanto en el trabajo, como en el resto de actividades.

Hay que reducir los movimientos repetitivos sobre la misma articulación, vigilar la postura al sentarse y flexionar las rodillas al levantar peso, y también cuidar el descanso nocturno: elegir un buen colchón y almohada que se ajuste a la anatomía y dormir en una postura cómoda.

  • Mantener una buena hidratación

El agua constituye un 80% del cartílago del cuerpo. Si no nos mantenemos bien hidratados, el cuerpo extraerá el agua del cartílago y otras áreas, lo que sin duda perjudicará a las articulaciones. Esto quiere decir que también debemos evitar los líquidos deshidratantes, especialmente en verano, como el café, el alcohol, etc.