Dermatólogos afirman que el estado de inmunodeprimido que se da por el tratamiento de estas personas, la mejor opción es utilizar las vacunas de RNA mensajero.
Con la llegada del nuevo virus y las vacunas, muchos se siguen preguntando si estas las pueden recibir todas las personas, en especial los pacientes que sufren de psoriasis.
La psoriasis es una enfermedad de la piel que causa manchas rojas y escamosas que pican, sobre todo en las rodillas, los codos, el tronco y el cuero cabelludo. La psoriasis es una enfermedad común crónica que no tiene cura.
El doctor Fernando gallardo, quien es moderador del Congreso de Psoriasis del Grupo de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), advierte que “no es conveniente administrar las vacunas de virus atenuados, por su estado inmunodeprimido debido al tratamiento. En este tipo de pacientes, a priori, lo mejor será usar las vacunas de RNA mensajero”.
La vacuna que ya se administra en España es la de Pfizer / BioNTech y está desarrollada por medio de un RNA mensajero que codifica la proteína S encapsulada en nanopartículas lipídicas. Lo que significa que ni el medicamento anteriormente mencionado ni la de Moderna, serían perjudiciales para los pacientes inmunopeprimidos.
No obstante los especialistas en dermatología afirman que la vacuna no debería ser recomendada para los pacientes que se encuentran con tratamiento activo o fármacos basados en virus atenuados si se llegasen a distribuir.
“En el caso de usar vacunas con virus atenuados, las guías ya establecen periodos de suspensión de los diferentes tratamientos inmunomoduladores”, explica el especialista.
Se aclara que los tratamientos sistémicos o biológicos de la psoriasis pueden influir en la respuesta inmune a las vacunas contra el COVID-19.
“Hay evidencia publicada para determinados tratamientos, pero entiendo que se tendrá que hacer estudios concretos en grupos de pacientes para ver cómo responden a la vacuna y si fuera necesario, para el tratamiento por un tiempo. De momento, hay que debatirlo” agrega.
Los pacientes que se encuentran con terapia inmunosuprimidas no deberían administrarles las vacunas circulantes, ya que podrían causar efectos secundarios a nivel sistémico por la reducción en el funcionamiento del sistema inmune.
Lo que ya se tiene conocimiento es que los pacientes con psoriasis que se encuentran inmunodeprimidas por el tratamiento, no desarrollarían un cuadro sintomatológico grave en caso de contagio