Un esfuerzo o un movimiento repetitivo suele ser la causa de la tendinitis. Estos síntomas de pueden avisar sobre la lesión que debe tomarse en serio por que puede hacerse crónica con el tiempo.
Los músculos se unen a los huesos mediante unas estructuras largas y fibrosas que se llaman tendones y se encargan de transmitir la fuerza necesaria del músculo al hueso para generar el movimiento.
Cuando un tendón se inflama se habla de tendinitis. Sin embargo, aunque resulta doloroso, normalmente no se le presta demasiada importancia y no se cuida esta lesión como se debería. Esto es un error en el que se cae, pues puede repetirse y provocar una degeneración del tendón o tendinosis que es la tendinitis crónica o incluso su rotura.
Señales de una tendinitis
Los síntomas que advierten que se sufre una lesión de este tipo son lo siguientes:
· El dolor es el síntoma principal, ya sea cerca de la articulación o en el recorrido del tendón.
· La molestia empeora con el movimiento y es más intensa por la noche.
· La palpación o el roce también duele.
· A veces la zona está enrojecida, caliente e inflamada.
Cuando se va al médico tras sufrir una lesión de este tipo, en principio, basta con que el especialista realice un examen físico para detectarla. Si hay dudas, entonces sí que puede mandar pruebas complementarias. Se suele realizar una prueba de imagen como la radiografía, ecografía, resonancia magnética o TAC para poder hacer el diagnóstico.
Hay que diferenciar la tendinitis de un esguince, que sería una lesión de los ligamentos que sujetan la articulación. Eso sí, un esguince mal curado puede acabar en tendinitis.
Riego de sufrirla
Puede inflamarse cualquier tendón del cuerpo, pero las tendinitis que se produce con mayor frecuencia afecta el talón, el hombro, la muñeca y el codo.
· Lo más habitual es que se origine en deportistas y personas jóvenes por esfuerzos repetitivos sobre la zona del cuerpo, sobre todo al realizar ejercicio o por sobrecarga por uso reiterado de un tendón, por ejemplo si se usa el ratón del ordenador durante horas con una posición incorrecta de la mano.
· Una vida demasiado sedentaria también favorece las tendinitis, la muscu latura no está en forma y al mínimo esfuerzo puede resentirse.
· También puede aparecer en adultos mayores, debido al envejecimiento y desgaste de los tejidos.
· Los zapatos que aprietan y los materiales no adecuados para la piel o un mal uso de estos por ejemplo correr sin calzado deportivo , puede agravar o proporcionar que aparezcan las tendinitis del tendón de Aquiles.
· Determinadas enfermedades sistémicas, como la diabetes o la artritis reumatoide, son capaces de provocar su apariencia. No es común, pero fármacos para el colesterol como las estatinas también pueden provocarla.
5 Tipos de tendinitis
1. La tendinitis aquilea aparece cuando se lesiona el tendón de Aquiles.
2. El codo de tenista o epicondilitis lateral aparece por inflamación de los tendones que se insertan en la cara lateral del codo.
3. El codo de golfista o epicondilitis medial se produce cuando se irrita los tendones del codo insertados en la cara interna del mismo.
4. La tendinitis del manguito de los rotadores aparece por inflamación de los tendones del hombro.
5. La tendinitis de Quervain es producida por la inflamación de los tendones del pulgar.
Prevención y tratamiento
En realidad, es bastante fácil prevenirla, basta con evitar los movimientos repetitivos y sobrecargas articulares, mantener un tono muscular adecuado y calentar antes de empezar a hacer ejercicio o a trabajar si se realizan tareas que supongan esfuerzos físicos de algún grupo muscular.
Tratar una lesión de este tipo
· Durante el cuadro agudo: el reposo, combinado con antiinflamatorios y analgésicos, es el tratamiento principal, por lo que suele inmovilizar la zona con férulas de yeso o prótesis.
· Combinar frío con calor: también alivia, así, el hielo ayuda a reducir la inflamación en las primeras 48 horas tres la aparición del dolor. Aplicarlo en la zona 3 o 4 veces al día 15 minutos. Pasado ese tiempo, notará alivio si sigue la misma rutina, pero aplicando calor.
· En los casos más duros, que no se soluciona con reposo y antiinflamatorios, es recomendable hacer rehabilitación en un centro o con ayuda de un fisioterapeuta.
· Si el dolor persiste, puede ser necesario aplicar otras técnicas como la infiltración local de corticoides o incluso, operar.
Puede haber más predisposición a volver una tendinitis si no se ha curado la lesión correctamente, ya que se produce una distensión del ligamento que hace que sea más inestable. Para prevenir recaídas es importante mantener y entrenar la movilidad y la flexibilidad articular, fortalecer la musculatura que sujeta la articulación.