La doctora María Luz García, reumatóloga, explica que la extirpación quirúrgica es la última opción a la que recurren los especialistas para solventar una bursitis en el codo. Dependerá del caso de cada persona y sobre todo de la evaluación.
En el hueso y la piel de la zona del codo hay una especie de almohadilla o bursa, una bolsa de tejido blando, sinovial como el de las articulaciones. Esta bursa puede inflamarse con líquidos, entre otros motivos, por apoyar de forma prolongada los codos sobre superficies duras, por deposición de ácido úrico, por una infección o en casos de artritis reumatoide.
La bursitis en el codo no suele dar dolor intenso ni limitar su movilidad, aunque se suele notar tirantez. Eso depende de su tamaño y de la causa que van a marcar grados de inflamación local.
En general. El tratamiento consiste en evacuar el derrame mediante una sencilla punción conocida como artrocentesis y tratar la causa que lo ha provocado cuando sea posible. Puede ayudar el reposo y el frío local.
Si está relacionado con la gota, disolver los depósitos de cristales de ácido úrico puede evitar la extirpación quirúrgica y en caso de infección se recomienda antibióticos orales al menos durante 2 o 3 semanas.
En bursitis rebeldes a tratamientos , los médicos le llaman recidivantes, se completa la infiltración con corticoides para controlar la inflamación, una vez descartada la infección.
Cuando a pesar de todas las medidas previas la bursitis persiste o si hay infecciones repetidas se completa la extirpación quirúrgica de la bursa. Su médico de cabecera o reumatólogo valorará su caso y si acaba siendo necesario lo derivarán a traumatólogo para que lo haga.