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Psoriasis en las uñas, piel y articulaciones de los pies: Consejos para tratar y aliviar esta enfermedad

La psoriasis no es contagiosa y no tiene cura. Lo único que se puede hacer es paliar los signos y aliviar los síntomas.

Es una enfermedad que conlleva perturbaciones estéticas (afectación en la piel y uñas) y económicas (tratamientos indefinidos que no cubre la seguridad social o terapias alternativas como la fototerapia, fórmulas magistrales de farmacias, etc.)

Síntomas en los pies. ¿qué señales indican psoriasis?

Los síntomas que indican psoriasis en los pies pueden variar dependiendo de la persona, pero los más frecuentes son:

 *Enrojecimiento de la piel y aparición de manchas rojas o escamas.

*Dolor y molestias. 

*Hinchazón y ardor en la zona.

*Piel seca y agrietada que incluso puede llegar a sangrar.

*Descamación de la piel.

*Rugosidad al tacto.

Causas. 5 factores que pueden desencadenar psoriasis

Las causas de esta enfermedad se desconocen, lo que sí se sabe es que influye mucho la predisposición genética. Cuando se tiene dicha predisposición se detectan estos 6 factores desencadenantes:

1. Traumatismos. Una herida o rasguño puede desencadenar el problema.

2. Infecciones. Las infecciones pueden provocar esta patología, pero sobre todo, serán las infecciones orofaríngeas. Por ejemplo, las faringitis agudas pueden desencadenar la enfermedad.

3. Factores endocrinos. Las terapias con hormonas o con corticoides pueden ser un factor desencadenante de la enfermedad.

4. Factores psicológicos. El estrés, principalmente, puede hacer detonar la psoriasis, y sobre todo, provocar brotes en pacientes que ya la padezcan.

5. Medicación. Dependiendo del estadio en el que se esté, el uso de algunos medicamentos favorece el fenómeno del efecto rebote, es decir, se cura la lesión, pero reaparece con más gravedad.

Tipos de psoriasis en los pies (uñas, piel y articulaciones) y tratamientos

Existen diferentes manifestaciones de esta enfermedad, así como distintos tipos de clasificación según la gravedad (leve, moderada o grave) y según la forma y patrón de las escamas (placas, pliegues, gotular, eritrodérmica, pustular, etc.).

Desde el punto de vista podológico, las que más nos interesan son estas 3:

1. Psoriasis en la piel

La psoriasis en la piel de los pies es más fácil de tratar que en las uñas, ya que la vía tópica dérmica de absorción es más rápida, al igual que la regeneración de la piel (las uñas tienen un crecimiento más lento).

El tratamiento ideal son las fórmulas magistrales y cremas recomendadas por el profesional.

A su vez, se aconseja visitar al podólogo para hacer sesiones de quiropodia y así ayudar a la piel a quitar el exceso de queratina, obligando al fármaco tópico a penetrar antes.

2. Psoriasis en las uñas

Las afecciones ungueales son muy incómodas porque las uñas se vuelven blandas, quebradizas y arenosas (volviéndose más vulnerables a las infecciones por hongos u onicomicosis) y con una coloración amarillenta (conocida popularmente como manchas en aceite o pitting). 

La psoriasis ungueal puede afectar a una sola uña o a las de todos los dedos de los pies. en lesiones graves puede perderse la uña por completo.

El tratamiento en este caso es bastante paliativo, ya que no se ataja el problema de raíz, sino que se intenta atenuar los signos y síntomas a través de fórmulas magistrales elaboradas en farmacias con corticoides o derivados de la vitamina D.

Como datos a destacar, solo un 5% de la población tiene exclusivamente psoriasis ungueal y afecta más o menos a la mitad de las personas con psoriasis. Es especialmente frecuente, hasta en el 80% de los casos, entre las personas con artritis psoriásica, sobre todo, cuando la artritis afecta a las articulaciones de los dedos de los pies y de las manos.

En los casos de psoriasis ungueal es muy importante conocer la historia clínica de cada paciente para detectar los antecedentes y su predisposición genética.

Tanto en las afecciones en las uñas como en las de la piel se pueden tomar medicamentos vía oral, pero es mejor empezar por algo tópico.

¿Psoriasis ungueal u hongos en las uñas? Diferente diagnóstico y tratamiento

Es muy importante no confundir la psoriasis ungueal con la onicomicosis u hongos en las uñas, ya que hay algunos casos que resultan ser falsos diagnósticos.

En podología, un buen diagnóstico significa una pronta curación y satisfacción del paciente, ya que puedes atajar el problema con un tratamiento correcto, evitando la toma extra de medicación. 

La onicomicosis u hongos en las uñas es la enfermedad que más afecta a las uñas de los pies, siendo responsable de más de la mitad de los casos de alteración ungueal, lo que se conoce como onicodistrofia.  

Existen diferentes tipos de onicomicosis dependiendo de la localización de afectación de la uña (distal, proximal, superficial, etc.), el tipo de hongo que se instaure (dermatofitos, cándidas, etc.) o si es secundaria a otra lesión (onicolisis por microtraumatismos, psoriasis, etc.).

Es esencial visitar al podólogo para diferenciar los hongos de las uñas de la psoriasis ungueal, con el objetivo de llevar a cabo el tratamiento adecuado y corregir el problema (en lugar de incrementarlo o empeorarlo).

3. Problemas en las articulaciones 

En las afecciones articulares es indispensable el uso de fármacos orales, fisioterapia y terapias físicas (estiramientos y movimientos pasivos para evitar la rigidez de las articulaciones), según aconseje el profesional médico.

Consejos y prevención de la psoriasis en los pies

Para finalizar el artículo, recopilamos varias recomendaciones para mejorar esta patología:

-Reducción del estrés

-Alimentación. Una buena dieta con alimentos ricos en omega-3 (como salmón, atún blanco, nueces, lino, semillas de chía y de cáñamo, etc.), frutas y verduras con coloración y betacarotenos (espinacas, zanahorias y arándanos).

-Estudio biomecánico de la pisada. Para intentar evitar, en la medida de lo posible, el avance de la artritis psoriásica es conveniente realizar un estudio biomecánico de la pisada para intentar disipar todas las cargas y que las articulaciones sufran lo menos posible.

-Quiropodia. Sesiones de quiropodia (tratamiento podológico para tratar callosidades, durezas y alteraciones en las uñas de los pies) cada dos o tres meses.

-Vitamina D. Se ha demostrado que el mejor tratamiento para esta patología es la radiación solar (siempre con protección). La exposición a la luz solar ayuda, en la mayoría de las ocasiones, a mejorar la apariencia de las placas psoriásicas en la piel, ya que se activa el metabolismo de la vitamina D, por lo que en verano estos pacientes mejoran.

El sol es positivo para la psoriasis, pero es muy importante utilizar protección para evitar quemaduras, ya que estas pueden empeorar la enfermedad en vez de mejorarla.